El reto de una bollería industrial más saludable está ya al alcance de todos, gracias a un aceite de girasol fabricado con unas nuevas semillas de alto contenido en un tipo de grasa saturada que no aumenta los niveles de colesterol en sangre y que han sido desarrolladas por investigadores españoles.

El Instituto de la Grasa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha elaborado unas semillas de girasol con alto contenido en ácido esteárico, el único tipo de grasa que no eleva los niveles de colesterol sanguíneo.

Este nuevo aceite de girasol reúne además las condiciones necesarias para su uso en la industria alimentaria, es decir en la fabricación de productos tales como bollería, margarinas, chocolates, precocinados (patatas fritas) y otros.

El producto posee características de funcionalidad, rango de fusión y termoestabilidad que lo hacen apto para su uso en la industria, al mantenerse sólido a temperatura ambiente, lo que se trata de una condición indispensable para la fabricación de muchos productos alimentarios.

En los aceites de girasol disponibles actualmente en el mercado la cantidad de ácido esteárico no supera el 6% mientras que con estas nuevas semillas se obtiene un aceite con unas proporciones de más del 12% de ese ácido esteárico, que podrían llegar al 35%.

Así lo explicaron ayer los autores científicos del desarrollo de las nuevas semillas, acompañados de representantes de la empresa Advanta, fabricante de este nuevo aceite.

Un 30% más caro

El producto se comercializa desde principios de año en varias partes del mundo y está siendo utilizado por distintas empresas alimentarias y varios restaurantes de comida rápida. Su precio es tan sólo un 30% superior, aproximadamente, al del aceite de girasol convencional, tan "poco saludable", han añadido los expertos.

En España, este nuevo aceite "más saludable", desarrollado tras casi dos décadas de trabajos entre el CSIC y la empresa Advanta, puede comercializarse después de que el Consejo de Ministros diera luz verde el pasado diciembre a la comercialización de una nueva modalidad de aceite de girasol producido con estas semillas, que han sido generadas mediante técnicas de mutagénesis e hibridación convencionales, similares a las que se utilizan para generar los aceites de girasol comúnmente usados hasta ahora, y sin utilizar organismos genéticamente modificados.