Un joven de 23 años, presentado por la prensa como el "caníbal" australiano, ha sido condenado hoy a cadena perpetua por asesinar y beber la sangre de un compañero de casa en Australia.

La jueza Julie Dick, de la Corte Suprema, pronunció la pena contra Robert Logan después de que un jurado popular de Brisbane, la capital del estado de Queensland, lo hallase culpable, según la emisora de radio ABC.

Otro compañero de vivienda, Ben Casey, testificó durante el juicio que cuando entró por la puerta principal encontró el pasillo cubierto de sangre, y a la víctima desnuda y tendida en el suelo de su habitación con un corte que iba de oreja a oreja.

El examen forense del cadáver de Ben Huntingford probó que además tenía heridas en los genitales, el corazón, el hígado, los pulmones y el bazo.

Según la Fiscalía, el acusado, a quien gustaba contar a sus amigos que había probado carne humana con caníbales cuando era pequeño y vivía en Nueva Zelanda, bebió sangre de Huntingford y con ella escribió palabras obscenas en las paredes.

Logan, con antecedentes de comportamiento extraño y violento, justificó el crimen con que Huntingford había intentado mantener relaciones sexuales con él.