El defensor del Pueblo de la UE, Nikiforos Diamandouros, ha pedido hoy a Irlanda que permita la entrada a un nacional residente en Holanda, a quien se denegó dicho derecho por portar medicamentos paliativos que contienen cannabis, no autorizados por la legislación irlandesa.

Irlanda denegó la entrada a esa persona al constatar que la medicación que llevaba consigo contenía sustancias declaradas ilegales por el código irlandés, y que por tanto el ciudadano debería ser arrestado por tráfico y posesión de drogas.

Tras varios intentos -sin éxito- de conseguir un permiso de entrada para visitar a su familia, el ciudadano irlandés presentó una denuncia a la Comisión Europea (CE), que concluyó que Irlanda había actuado acorde con la ley, y posteriormente llevó el caso al Defensor del Pueblo Europeo, ha informado éste en un comunicado.

El denunciante sufre una enfermedad degenerativa que debe tratarse con medicamentos paliativos que contienen cannabis, legales en Holanda pero ilegales en otros países, entre ellos Irlanda.

En la misma línea que la CE, el Defensor del Pueblo ha considerado que el Gobierno de Irlanda no ha infringido la legislación comunitaria ni ninguna cláusula del tratado de Schengen, que garantiza la libre circulación de personas en territorio europeo.

A pesar de considerar que Irlanda ha actuado de forma legal, el Defensor del Pueblo ha añadido que no existen trabas para que la administración nacional actúe con "discreción" y permita al ciudadano irlandés entrar en el país para ver a sus familiares mientras continúa con su tratamiento.

Es por ello que Diamandouros ha decidido dar a conocer el caso al Defensor del Pueblo irlandés y al presidente de la Comisión Irlandesa de Derechos Humanos para que "tomen las acciones que consideren útiles" para resolver este asunto.