El ministro de Interior del presidente electo marfileño, Alassane Ouattara, Hamed Bakayako, anunció hoy que se ha abierto de nuevo el espacio aéreo de Costa de Marfil tras el cierre que se impuso ayer, mientras continúan los combates por el control de Abiyán.

En el anuncio, difundido por la Televisión estatal de Costa de Marfil, se indica también que las fronteras terrestres y marítimas permanecerán cerradas hasta nuevo aviso, y no se dan explicaciones sobre las razones que han llevado a reabrir el espacio aéreo y, en consecuencia, los aeropuertos del país.

Además, el Gobierno de Ouattara ha decidido prolongar el toque de queda decretado ayer en Abiyán, que hoy comienza a las 17.00 hora local y GMT y el sábado a las 12.00 en lugar de a las 21.00 que se había establecido en un principio.

Por su parte, las Fuerzas Republicanas de Costa de Marfil (FRCI), leales a Ouattara, reconocido internacionalmente como el vencedor de las elecciones del pasado noviembre, continúan el asalto a Abiyán iniciado anoche, en la que podría ser la última embestida para asegurarse el control del país.

Fuentes militares que pidieron permanecer en el anonimato aseguraron que las fuerzas leales a Ouattara controlan la Residencia Presidencial, situada en el distrito de Cocody, y afirman asimismo que se desconoce el paradero del presidente saliente, Laurent Gbagbo.

Los ataques sobre la Residencia Presidencial comenzaron anoche después de la nueva negativa de Gbagbo al ultimátum del primer ministro de Ouattara, Guillaume Soro, quien le exigió que abandonara el poder antes de las 19.00 GMT de ayer.

Un vecino de Cocody, donde se encuentran tanto el Palacio Presidencial como la residencia oficial de Gbagbo, dijo por teléfono que los combates seguían en su zona: "Ha entrado un disparo en casa. Afortunadamente, no ha habido víctimas, pero continúan los tiros".

Por otra parte, en el cuartel de la Gendarmería de Agban, el más importante de Abiyán, los tiroteos han bajado de intensidad y tan sólo se oyen disparos esporádicos, pero se registran cada vez más saqueos en varios distritos de la ciudad, motivados por la retirada del Ejército, la Gendarmería y la Policía, que hasta ahora apoyaban a Gbagbo.

Las calles de Abiyán están desiertas desde hace semanas debido a los combates y, aparte de los enfrentamientos, se contempla poco movimiento más allá de las patrullas de la Misión de las Naciones Unidas en Costa de Marfil (ONUCI) y la operación francesa "Licorne" para impedir saqueos y actos de vandalismo.

Tras hacerse con el control de casi todas las ciudades del país, las FRCI están a punto de alcanzar su objetivo: instalar en el Palacio Presidencial de Abiyán a Ouattara, que según la Comisión Electoral Independiente obtuvo el 54 por ciento de los sufragios en los últimos comicios, celebrados el pasado mes de noviembre.

Desde el exterior, continúan las presiones a Gbagbo para que abandone el cargo: el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, solicitó ayer que entregara "de inmediato el poder" a Ouattara, al tiempo que pidió a las partes que eviten las "venganzas", un mensaje similar al transmitido hoy por la Unión Africana.

Costa de Marfil se encuentra al borde de una guerra civil después de que Gbagbo, elegido presidente en 2000 para cinco años y que ha prolongado otros cinco su mandato debido al conflicto marfileño entre 2002 a 2007, no aceptó su derrota frente a Ouattara en la segunda ronda de los comicios presidenciales del 28 de noviembre.

Según las últimas cifras de la ONU, 496 personas han perdido la vida desde mediados del pasado mes de diciembre, cuando se iniciaron los enfrentamientos entre los seguidores de ambos candidatos a la Presidencia.