El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, descartó ayer tajantemente la posibilidad, planteada por Londres y Washington, de armar a los rebeldes libios para facilitar su victoria frente a las tropas leales a Muamar el Gadafi. Rasmussen afirmó que según la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la OTAN está en Libia para "proteger a los civiles, no para armarlos". "Nos vamos a centrar en aplicar el embargo de armas, una decisión que afecta a todas las partes implicadas en el conflicto", explicó. El político danés recordó en su comparecencia ante los medios que, desde ayer, la OTAN es "totalmente responsable" del operativo militar internacional desplegado en Libia "para implementar la resolución" del Consejo de Seguridad de la ONU.