El ministro de Asuntos Exteriores de Libia, Musa Kusa, que llegó ayer a Londres tras renunciar a seguir formando parte del Gobierno del coronel Muamar el Gadafi, ha sido uno de los hombres fuertes del régimen libio en los últimos años.

Musa Kusa, nacido en 1952, fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores en marzo de 2009, en sustitución de Abdulrahman Shalgun, durante una remodelación del Gobierno que tenía como objetivo luchar contra la corrupción, según afirmó Gadafi.

Kusa fue el encargado de anunciar el pasado 18 de marzo que Libia había declarado un alto el fuego inmediato y el cese de todas las operaciones militares de acuerdo con la resolución aprobada la noche anterior por el Consejo de Seguridad de la ONU, pero el alto el fuego no fue cumplido.

El titular de Exteriores es también uno de los cuatro altos cargos del régimen libio, además de Gadafi y algunos de sus hijos, investigado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y lesa humanidad, en relación con la brutal represión de las protestas que comenzaron el pasado mes de febrero en Libia.

Hasta su nombramiento como ministro de Asuntos Exteriores, Kusa había dirigido los servicios de Información y Seguridad Exterior durante más de una década y gozaba de una posición de gran influencia en el régimen.

Desde ese puesto jugó un papel destacado durante el enfrentamiento del Gobierno de Gadafi con los países occidentales que le acusaban de patrocinar el terrorismo internacional en los años ochenta

En 1999 Libia entregó a dos agentes libios acusados del atentado de Lockerbie (270 muertos, Escocia 1988) y en 2003 aceptó la responsabilidad de éste y de otros atentados, indemnizó a los familiares de las víctimas y renunció a sus programas de fabricación de armas de destrucción masiva. Un año después EEUU levantó parte de las sanciones impuestas a Libia desde los años ochenta.

Antes de dirigir los servicios secretos, Kusa había sido viceministro de Asuntos Exteriores (1992-1994).

Su carrera política en puestos relevantes comenzó como embajador libio en el Reino Unido en 1979, pero al año siguiente fue expulsado después de declarar en una entrevista publicada por el diario "Times" que aprobaba el asesinato de disidentes libios en suelo británico.