Hasta ahora, el avance de los rebeldes libios parecía imparable. Sin embargo, las fuerzas del coronel Muamar Gadafi han cogido este miércoles el relevo en el conflicto por el pasa Libia al reconquistar el enclave petrolero de Ras Lanuf, dos días después de que las milicias opositoras se hicieran con él. Tras duros enfrentamientos a lo largo y ancho del país del Norte de África, los sublevados comienzan una retirada a toda prisa para replegarse hacia el este. Y ante la declaración de los gobiernos de Francia, Reino Unido y Estados Unidos sobre la posibilidad de armar a los rebeldes, unos días después del inicio de la intervención militar, el Ministerio de Exteriores de Libia ha advertido de que esto sería contrario a las resoluciones de la ONU y equivalente a apoyar el terrorismo.

Hace sólo dos días Sirte era el gran objetivo de los insurgentes por ser el principal feudo del régimen junto a Trípoli. Pero ante el giro de los acontecimientos, la ciudad natal del dictador libio queda ya demasiado lejos para los opositores. A lo largo de este martes, las milicias han ido perdiendo gran parte del territorio ganado en las últimas jornadas a Gadafi. Desde el este del país, en Ras Lanuf, dos combatientes rebeldes han informado de la retirada de este enclave petrolero y un tercero ha asegurado que se sigue combatiendo en los alrededores.

"Gadafi nos ha alcanzado con sus cohetes y ha entrado en Ras Lanuf", declaró un miliciano rebelde, Faraj Muftah, a Reuters después de abandonar Ras Lanuf. "Estamos en el acceso occidental de Ras Lanuf y nos han bombardeado", declaró un segundo combatiente, Hisham. Reuters han visto numerosos vehículos 4x4 de los rebeldes saliendo de Ras Lanuf y dirigiéndose al este. Un tercer combatiente ha asegurado, bajo anonimato, que "ésta es una guerra de ida y vuelta" y que sigue habiendo enfrentamientos en los alrededores de esta ciudad del esta de Libia. Los rebeldes, en su mayoría dotados únicamente de armamento ligero y de vehículos 4x4, han aseverado que se están viendo superados por la mayor potencia de fuego y la mayor capacidad armamentística de las tropas del líder libio.

Ante esta diferencia, los gobiernos de Francia, Reino Unido y Estados Unidos reconocieron este martes que no descartan ayudar a los rebeldes que combaten contra el régimen de Gadafi en Libia. El primer ministro británico, David Cameron, ha apuntado en una comparecencia ante la Cámara de los Comunes que la resolución 1973 de la ONU permite "todas las medidas necesarias para proteger a los civiles y las zonas pobladas por civiles", lo que legitimaría el suministro de armas.

Responde así al Ministerio de Exteriores del país norteafricano que manifestaba a través de un comunicado recogido por la agencia de noticias oficial, Jana, que "proporcionar asistencia militar a bandas armadas es contrario a las resoluciones del Consejo de Seguridad, y significa un apoyo del terrorismo, ya que se ha demostrado que las bandas de Benghazi pertenecen a Al Qaeda y otros grupos terroristas".

Mientras tanto, en Ras Lanuf, la aviación francesa ha bombardeado este miércoles a las fuerzas de Muamar Gadafi. "Los aviones franceses han llegado y han bombardeado a las fuerzas de Gadafi", ha declarado a Reuters un combatiente de nombre Ahmed, recién llegado a la estratégica ciudad. El corresponsal de la agencia de noticias con sede en Reino Unido ha oído el sonido de varias explosiones y de al menos tres aviones de combate, procedente de Ras Lanuf, en la carretera que conduce al enclave.

LAS FUERZAS DE GADAFI REARMADAS COMEN TERRENO

Tras la caótica retirada de las milicias opositoras de Ras Lanuf, Ajdabiya se convirtió en su siguiente objetivo de defensa, a sólo 160 kilómetros de Benghazi, pero parece que esta ciudad situada en el noreste de Libia también ha quedado remplazada. Los rebeldes se están retirando a medida que va transcurriendo la jornada del miércoles de esta estratégica zona ante el empuje de las fuerzas de Gadafi, cuya capacidad de resistencia parece mayor en situaciones extremas, según ha informado el corresponsal de la BBC, Ben Brown. "Los rebeldes no tienen suficiente potencia de fuego para enfrentarse a las fuerzas de Gadafi", ni tampoco "tienen demasiada voluntad de combatir", ha añadido el corresponsal de la televisión pública británica.

También la localidad de Brega los rebeldes libios se han enfrentado al régimen del dictador, según ha informado este miércoles un portavoz de los sublevados, repitiendo el llamamiento a las fuerzas internacionales a que les suministren armas y continúen con sus bombardeos aéreos. Ahmad Bani, portavoz militar rebelde en la ciudad de Benghazi, ha indicado que los rebeldes se están replegando tras una serie de logros ante las fuerzas de Gadafi, que han vuelto al conflicto este martes mejor equipadas.

"Actualmente está habiendo combates en Brega y Ajdabiya será el nuevo punto defensivo", ha explicado Bani. "Estamos buscando armas que sean capaces de destruir el armamento pesado que están usando contra nosotros como tanques y artillería", ha añadido. Según Bani, los civiles están amenazados y los aviones de combate de la coalición internacional que está aplicando la resolución de la ONU que busca defender a los civiles deberían "echar" a las fuerzas de Gadafi.

CASI 20 CIVILES MUERTOS EN UNA JORNADA Y SÓLO EN MISRATA

Al menos 18 civiles han perdido la vida este martes en Misrata, al oeste del país, en los combates entre rebeldes y fuerzas leales al mandatario libio, según ha informado Mohamed, un portavoz de los sublevados a Reuters. El portavoz ha dicho por teléfono que, aunque los tanques de las fuerzas gubernamentales siguen disparando proyectiles y continúan las escaramuzas entre ambos bandos, el bloqueo del puerto de la ciudad ha finalizado, de manera que dos barcos han podido llevar ayuda humanitaria y evacuar a personas que han resultado heridas en los enfrentamientos.

"Ayer fue un día complicado. Murieron 18 civiles", ha afirmado Mohamed. Previamente, los insurrectos habían informado de la muerte de nueve civiles en los combates del martes. El portavoz ha señalado que este miércoles "ha habido escaramuzas" y que, "de vez en cuando, los tanques bombardean la ciudad". "Aún hay francotiradores apostados en la calle Trípoli", en el centro de Misrata, ha añadido. Pero Mohamed ha dicho que las fuerzas de Gadafi no han podido entrar en el centro de la ciudad, de manera que "la están rodeando".

En estos momentos, según Mohamed, no hay tantos problemas de escasez de comida y medicamentos gracias a la llegada de los barcos al puertos. La Sexta Flota de la Marina de los Estados Unidos dijo este martes que había atacado a tres barcos libios cerca de Misrata para que dejasen de disparar contra los barcos mercantes que había en el puerto. "Ahora el puerto está totalmente abierto. Está listo para recibir ayuda", ha asegurado el portavoz, que ha precisado que el martes "llegaron un barco de Túnez y otro de Malta con alimentos", y que el primero se llevó luego a "unas cien personas heridas" para que recibiesen atención médica.

Misrata, la tercera ciudad más grande de Libia, es el único bastión que les queda a los sublevados en el oeste del país. La población local afirma que ha estado sitiada durante varios semanas por las fuerzas leales a Muamar Gadafi y que han muerto decenas de personas. Las informaciones que llegan desde esta ciudad no se pueden verificar de forma independientemente porque las autoridades libias no permiten que los periodistas informen libremente desde Misrata, que se encuentra a 200 kilómetros al este de Trípoli.