El Ministro de Industria francés, Éric Besson, informó hoy de que la operadora de la planta nuclear de Fukushima Daiichi, Tokyo Electric Power (TEPCO), ha pedido ayuda por primera vez a los grupos industriales franceses de energía EDF y Areva para controlar la situación de su reactor número dos.

En una entrevista a la emisora RTL, el ministro celebró la decisión del Ejecutivo nipón de recurrir también al Comisariado para la Energía Atómica (CEA) de Francia en su intento por enfriar el reactor donde se ha producido una fusión parcial de las barras de combustible nuclear.

Besson calificó de "extremadamente crítico" el estado de ese reactor, que TEPCO "no ha logrado estabilizar desde hace ocho días", y afirmó que a los demás países les cuesta saber cuál es la situación exacta en la central.

"Quizá sepamos algo más en las próximas horas", aseguró el titular de Industria, que reconoció que las fugas radiactivas producidas en Fukushima en los últimos días suponen "una dificultad" para el conjunto de la industria nuclear.

"Pero si la pregunta es si Francia puede prescindir de la energía nuclear, la respuesta es no", apostilló categórico el ministro, que llamó a un mayor control de las centrales, a través de los llamados "test de esfuerzo" y de una mayor apuesta por las centrales de tercera generación.

Los líderes de los Veintisiete se comprometieron este viernes en Bruselas a que todas las instalaciones nucleares europeas pasen esos test para verificar su seguridad, por ejemplo, ante una hipotética catástrofe natural, y Francia, la principal potencia europea en la materia, ha anunciado ya que cerrará las que no lo superen.