Los rebeldes libios se preparan para atacar Sirte este lunes, después de haber tomado en un sólo día cuatro ciudades en su camino hacia el oeste, Briga, El Aguila, Ras Lanuf y Ben Yauad, donde se han detenido para reagruparse y aprovisionarse.

"Los rebeldes tomaron Ben Yauad a las 12 del mediodía de este domingo (10:00 hora GMT) y se han quedado allí, no han continuado", explicó el portavoz de los revolucionarios Muhamad Mergirby desde Bengasi, capital del levantamiento.

Tras tomar el sábado la estratégica localidad de Ajdabiya, 160 kilómetros al suroeste de Bengasi, capital del levantamiento, los rebeldes avanzaron imparables y sin apenas encontrar resistencia hacia Briga, El Aguila, Ras Lanuf y Ben Yauad.

De hecho, el camino que lleva de Ajdabiya a Briga, a unos 80 kilómetros, aparecía este domingo totalmente despejado sin signos de que se hubieran registrado enfrentamientos.

Tan solo había carros de combate y camiones calcinados en las inmediaciones de Ajdabiya, lo que denota la precisión de los impactos de la aviación de las fuerzas de la coalición internacional, pues nada alrededor de los blancos alcanzados presentaba muestras de combates, ni restos que no fueran de los vehículos destruidos o cráteres.

A un lado de la carretera, podía observase un destartalado autobús repleto de mercenarios del líder libio, Muamar el Gadafi, apresados por los revolucionarios, que evitaban que los curiosos se acercaran.

En las afueras de Briga, en un punto de abastecimiento de los rebeldes, situado entre la zona residencial de la localidad y el enclave petrolero de la ciudad, las fuentes consultadas indicaron que no habían encontrado ninguna oposición hasta este municipio. Los restos desperdigados de los uniformes, correaje y el calzado de las tropas gadafistas daban cuenta de su precipitada huida.

En un punto veinte kilómetros después de Briga, en el camino hacia El Aguila, los rebeldes repostaban gasolina para seguir avanzando. "Esta noche (domingo) dormiremos en Ben Yauad y mañana (lunes) en Sirte", indicó Muhamad, tumbado con un fusil Kalashnikov entre sus piernas en una camioneta con alimentos para el frente. "En Ajdabiya fue complicado, pero gracias a Obama, Sarkozy y Cameron vencimos, y venceremos".