El ex secretario general del Partido Comunista de España (PCE) Santiago Carrillo apoya la intervención militar en Libia porque busca defender un movimiento popular "que se levanta contra la tiranía", por lo que no ve que pueda haber "comparación posible" con las invasiones de Irak y Afganistán.

En un artículo publicado en la revista ''El Siglo'', Carrillo cree que no hace falta recurrir al argumento de si en uno u otro conflicto hubo resolución de Naciones Unidas, "aunque ello tenga su importancia". "Me basta con el hecho de que hay un pueblo que se levanta contra la tiranía", indica.

Es más, el ex secretario general del PCE justifica la intervención recordando que la postura de ''no intervención'' de los países europeos tras el alzamiento militar que desembocó en la Guerra Civil en España "dio la victoria a Franco y hundió a la República".

Para Carrillo, la operación aliada en el país norteafricano está dando ya resultados, pues ha posibilitado que los rebeldes, "al día siguiente de la operación aérea, parecen haberse recuperado y han retomado la iniciativa sobre el terreno".

VACILACIONES ENTRE LAS POTENCIAS

Sin embargo, critica las "vacilaciones y resistencias" que, según ha señalado, están surgiendo entre las potencias que intervienen en la operación militar, algo que se debe, en su opinión, a las "fuerzas poderosas que se oponen a un movimiento contra la tiranía, cosa que no había sucedido nunca".

"Ahora lo que importa es que el pueblo libio sea capaz de vencer. Porque él es el único que puede culminar su liberación. Cualquier intervención de las potencias extranjeras en tierra, descartada ya en la resolución de la ONU, sería indeseable. Ahora es el pueblo libio el que tiene que decidir", subraya.

Así pues, cree que no hay "comparación posible" entre el conflicto libio y las invasiones de Irak y Afganistán. Mientras considera que "las ocupaciones de aquellos países, decididas en tiempos de Bush, fueron claramente intervenciones militares relacionadas con el petróleo", Carrillo opina que la operación libia "nunca podría ser un pretexto para justificar una intervención militar contra otros Estados". "Se pueden exportar mercancías, pero no la libertad", añade.