Tras la subida del petróleo el Gobierno central aprobó el pasado 4 de marzo en el Consejo de Ministros el "Plan de medidas urgentes de Ahorro y Eficiencia Energética 2011", con el que pretende reducir un 5% las importaciones anuales de crudo.

España importa el 75 por 100 de los recursos energéticos que consume, de ellos el petróleo y el gas suponen el 70 por 100. Esta alta dependencia energética nos obliga a importar seiscientos millones de barriles de petróleo al año. De mantenerse los precios del petróleo en los niveles actuales, nuestro déficit energético en 2011 alcanzaría los 46.000 millones de euros.

El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio estima que cada 10 euros que sube el precio del barril tiene un coste para España cercano a los 6.000 millones de euros anuales y esto no es baladí. Por esta razón desde 2004 se llevan desarrollando políticas de ahorro y eficiencia energética.

El Plan 2008-2011, según información del Ministerio, produjo unos ahorros de 4,9 millones de toneladas equivalentes de petróleo anuales, lo que ha supuesto un cumplimiento del 92%. La puesta en marcha de este nuevo plan de medidas urgentes persigue incrementar estos ahorros en 3,2 millones de toneladas equivalentes de petróleo, que económicamente supone 2.300 millones en importaciones anuales de petróleo.

El nuevo Plan de ahorro diseñado por el Gobierno Incluye medidas de ejecución inmediata y con una vigencia limitada en el tiempo, así como medidas a medio y largo plazo. La inversión que implica el desarrollo del Plan es global, pero el ahorro de las medidas sin limitación temporal será anual y prolongado en el tiempo; por ejemplo, la inversión en mejorar la eficiencia del alumbrado público se realiza una vez, pero el ahorro que implica se refleja en todos los años sucesivos.

Su puesta en marcha lleva asociada una inversión de 1.157 millones de euros, con cargo a la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética que financian las empresas eléctricas.

Se trata de medidas que afectan a todas las administraciones públicas, por lo que el Gobierno considera fundamental la colaboración de comunidades autónomas y ayuntamientos para alcanzar los objetivos y asegurar, de esta forma, el pleno desarrollo del Plan.

Tres sectores

Las medidas que el Gobierno ha decidido implantar se dividen en tres grandes sectores: transporte y movilidad, edificación e iluminación y consumo eléctrico.

Algunas de estas medidas están dirigidas especialmente a obtener mayor eficiencia energética en el ámbito de la Administración General del Estado, con el consecuente ahorro de recursos económicos públicos. Entre estas medidas se enmarcan los planes de movilidad, remodelación de edificios públicos para mejoras de eficiencia, introducción de calderas de biomasa y racionalización de los consumos y medidas de iluminación sobre el alumbrado público, instalando lámparas más eficientes, especialmente en las carreteras del Estado e instalando LEDs en los semáforos.

También, a nivel del Estado, se incluyen medidas organizativas a nivel general para fomentar el transporte de mercancías por ferrocarril, optimizar las rutas aéreas, elevar al 7% el contenido de biocarburantes en el biodiesel e introducir el coche eléctrico en las flotas de un colectivo amplio de empresas.

Para los ciudadanos

Otras medidas están dirigidas particularmente a los ciudadanos, como usuarios y consumidores; entre las más difundidas, está la reducción de los límites de velocidad de 120 a 110 kilómetros por hora en autovías de peaje, autopistas libres y autovías.

Pero también hay algunas más para que los ciudadanos contribuyan a ese objetivo de rebajar las importaciones de petróleo, como la sustitución de neumáticos en los turismos por otros de máxima eficiencia energética, de Clase A, para lo que se establecen programas de ayudas públicas, la creación de una plataforma para promover el "carpooling" o viaje compartido en automóvil, principalmente para los desplazamientos al lugar de trabajo, la reducción de las tarifas de tren de cercanías y media distancia y, finalmente, el apoyo a la sustitución de calderas por calderas de biomasa o calderas de alto rendimiento energético.

También hay medidas de concienciación al ciudadano y cursos para adquirir hábitos más eficientes desde el punto de vista energético.

En el documento del Plan se marcan las medidas y los beneficios económicos y ambientales que conllevará su implantación.