El líder libio, Muamar el Gadafi, horas antes de conocer la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, amenazó con atacar barcos y aviones civiles en el Mediterráneo si se producía "cualquier acto militar" contra Libia como los que horas más tarde autorizó el Consejo de Seguridad de la ONU, al tiempo que anunció un gran ataque contra Bengasi si la ciudad no se rinde.

En un día lleno de amenazas por parte del régimen libio mientras el Consejo de Seguridad negociaba el establecimiento de una zona de exclusión aérea en el país, Gadafi anunció también un alto el fuego de sus fuerzas a partir de la noche de mañana para "permitir la rendición" de los rebeldes.

Ese parece ser el plazo que se ha dado el régimen libio para acabar con los rebeldes, pese a que en un discurso de audio emitido por la televisión estatal el coronel insistió en que anoche sus tropas llegarían a Bengasi y "no tendrán compasión" con quien no se rinda.

El líder libio amenazó con "grandes bombardeos" en Bengasi si la ciudad no capitula y advirtió de que no "habrá misericordia". "Estas son las últimas horas de esta tragedia", recalcó el dictador, y advirtió de que sus tropas "entrarían casa por casa" en la ciudad y que los habitantes de aquellas en las que encuentren armas "serán considerados enemigos".