El centro penitenciario Tenerife II cuenta desde hace pocas semanas con una Unidad Terapéutica y Educativa (UTE), un proyecto dirigido a internos con problemas de estupefacientes, así como a los presos de violencia de género, entre otros, cuyo objetivo es fomentar el cambio de la conducta que les llevó a prisión y ayudar a su reinserción en la sociedad cuando cumplan su pena.

Esta iniciativa está basada en la UTE del centro penitenciario de Villabona (Asturias), cuyos resultados positivos ha llevado a otras prisiones españolas a seguir su modelo, aunque "nunca será idéntica a la original, pues cada centro y plantilla es diferente, pero, como sigue el modelo de esa UTE, será muy similar", explica el director de Tenerife II, Francisco González Rodríguez.

Aunque la Unidad Terapéutica y Educativa de Tenerife II aún no se ha inaugurado oficialmente, la dirección del centro llevaba varios meses trabajando en el proyecto. "Estaba previsto que la UTE se instalara en su módulo en noviembre, pero el retraso de las obras de mejora hizo que se pospusiera hasta mediados de enero. Desde esa fecha, un grupo de internos que empezaron el tratamiento fuera del módulo destinado para ello se instalaron ya ahí", señala el director del centro penitenciario de Tenerife.

"Los internos -continúa- se han ido adaptando a lo largo de este tiempo a un tipo de conducta diferente, pues se les exige más en lo relativo a normas de convivencia y de higiene, aunque también se les ofrece un mayor número de actividades, de programa, de intervenciones de tratamiento, de formación y educación".

Pero esta adaptación no está siendo realizada sólo pos internos, sino que los funcionarios también trabajan para implicarse más con los presos y hacer un seguimiento más individual. "Es otro sistema que implica un cambio en el método de trabajo tanto de los funcionarios como de los penados", resalta Francisco González.

Pese a que la prisión tinerfeña ya tiene su UTE, lo cierto es que, como todo programa que se pone en funcionamiento, "al principio no está al 100 por cien, aunque esperamos que en tres o cuatro meses esté a plena capacidad de trabajo", indica González, quien destaca que "se está trabajando bastante bien con los funcionarios de vigilancia, el equipo de tratamiento y las asociaciones que colaboran con nosotros, que son la Asociación San Miguel -que lleva el Proyecto Fénix-, Proyecto Hombre y Cruz Roja".

El proyecto se caracteriza por realizarse en un módulo cerrado, en el que los presos reciben ayudas terapéuticas para superar sus problemas. Para ello, es fundamental el trabajo común que realizan presos y funcionarios, pues la base de este proyecto es la ocupación de todo el tiempo en diferentes talleres educativos.

Diferente a "Fénix"

Respecto al proyecto Fénix, una de las principales diferencias de este programa que desarrollaba en Tenerife con la Unidad Terapéutica y Educativa es que el primero se desarrollaba en cualquier módulo, y la UTE tiene unas dependencias específicas.

"Antes estaban mezclados drogodependientes con personas que no tenían compromiso por dejar el consumo, y ahora será un módulo libre de droga, con un programa de actividades que harán que el interno esté todo el día sin parar de hacer cosas. No es un módulo normal, es una UTE en la que los proyectos y asociaciones que participen en ella trabajarán en mejores condiciones", destaca Francisco González.

Otra de las principales características de este programa es que es voluntario. "El que entra en la terapia se compromete por escrito a tener esas exigencias y nosotros a corresponderle", indica el director de Tenerife II, quien señala que al principio sólo se habían apuntado 40 presos, y ya la cifra ha ascendido hasta el "medio centenar. Esperamos ir aumentando el número de internos en poco tiempo, hasta llegar a tener unos cien".

Por su parte, la Asociación de Familiares y Amigos de Internos Canarios en la Unidad Terapéutica y Educativa del centro penitenciario de Villabona (AFAUTE-CA) expresó su alegría ante la puesta en marcha de la UTE, pues sus seres queridos podrán recibir el tratamiento en su Isla si lo prefieren.

"Hace pocos días dos internos canarios que estaban en Villabona regresaron a Tenerife para asistir a un juicio y al conocer la UTE de Tenerife II han decidido quedarse aquí", relata la coordinadora del colectivo, Mari Hernández, quien anuncia que en los próximos días la asociación se reunirá con los familiares de Gran Canaria, donde espera que también el director de la prisión del Salto del Negro solicite una UTE.