La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de La Palma no descansará hasta encontrar los restos de los 44 desaparecidos durante la Guerra Civil que fueron enterrados en La Palma, tal y como ocurrió con los ocho jóvenes que recibieron sepulcro el pasado sábado en Fuencaliente, para lo que tiene fijado una veintena de espacios donde la documentación y transmisión oral coinciden en la existencia de cuerpos.

La presidenta de la asociación, Aralda Rodríguez, reconoce que "tenemos elaborado un mapa de lugares donde podrían existir fosas comunes y nuestra idea es no descansar hasta poder excavar y encontrar a todos los que desaparecieron y fueron enterrados en nuestra Isla, ya que hay otros, bastantes (en concreto, 34), que fueron llevados fuera de La Palma".

La mayoría de las fosas se ubican en el municipio de Fuencaliente, aunque también hay otras en Santa Cruz, Puntallana, Mazo, Tazacorte, Garafía, Breña Baja o El Paso, precisamente en este último pueblo se habla de una cavidad de 40 metros de profundidad en la que se cree que hay personas que fueron detenidas durante la represión.

Este colectivo ha realizado otras excavaciones sin encontrar restos. En concreto, en Fuencaliente han abierto una veintena de hoyos. En Barranco Hondo, por ejemplo, y después de una ardua labor, alguien de la zona les dijo que cuando estaban haciendo una pista encontraron restos que tiraron junto a la tierra que estaban sacando.

El principal problema al que se enfrenta esta asociación es de recursos económicos. Para las excavaciones no solo necesitan de mano de obra sin cualificar sino que, al contrario, en muchos de los casos es precisa la contratación de espeleólogos, escaladores o arqueólogos, con el alto coste que ello supone. No dispone de medios propios, por lo que tendrá que esperar, aún en tiempos de crisis, a la colaboración de las diferentes instituciones.