Lo que podría ser la primera experiencia del ser humano en Marte se ha simulado este lunes en la primera misión del proyecto Mars500 en la superficie marciana, una experiencia llevada a cabo por seis astronautas de la Agencia Espacial Europea (ESA). Después de más de 250 días de encierro en el simulador espacial, dos de los tripulantes de la nave caminaron durante una hora y doce minutos por un plató que recrea el cráter del lago Gusev, uno de los objetivos de los investigadores. Como si se tratara de una expedición real a Marte, la ESA vive este proyecto como un preámbulo para una visita real al Planeta Rojo. Se trata de un estudio pionero que aborda las cuestiones psicológicas y técnicas a las que deben enfrentarse los astronautas ante un posible vuelo espacial de largo recorrido.

La tripulación, formada por tres rusos, dos europeos y un chino, ha estado viviendo y trabajando durante más de 250 jornadas en la instalación de un simulador espacial como si se tratara de una expedición real a Marte. Y tras todo este tiempo han conseguido llegar a superficie marciana, donde han estado caminando durante una hora y doce minutos por este plató en forma de terreno marciano.

El terreno, de unos diez metros de largo y seis de profundidad, está cubierto de arena rojiza y está construido para parecerse a la superficie del cráter del lago Gusev, un antiguo lago lleno de sedimentos en donde el robot Rover Spirit de la NASA, que aterrizó allí en 2004, encontró datos sobre la historia húmeda del planeta.

En los últimos días los tripulantes del proyecto Mars500 han estado "entrenando en simuladores" cómo sería este paseo por Marte, según ha explicado en declaraciones a la BBC uno de los astronautas que han experimentado esta salida, el ítalo-colombiano Diego Urbina. A través de ordenadores los tripulantes han podido experimentar en primera persona esta sensación.

En un futuro, ha apuntado Urbina que trabajarán con vehículos robotizados que les podrían ayudar en las misiones. Pero, por ahora y para esta etapa de entrenamiento, los astronautas se han vestido con los trajes espaciales ''Russian Orlan'', que han llevado a su salida a la superficie para que se acostumbraran a su peso.

OBJETIVOS: APRENDER Y SER "PARTE DE LA HISTORIA"

Con anterioridad al inicio de esta experiencia, el astronauta ítalo-colombiano señalaba a la BBC que el objetivo principal de este proyecto es aprender y ser "parte de la historia de la llegada del hombre a Marte". A lo que añadía, "cuando el hombre de sus primeros pasos sobre Marte, podré decir que yo ayudé en eso, y eso es algo que me hará sentir muy orgulloso".

"El equipo está muy motivado y funcionando muy bien", ha señalado la directora del proyecto, Jennifer Ngo-Anh, quien ha añadido que "la comunidad científica está muy satisfecha con la calidad" de esta iniciativa y los resultados obtenidos hasta ahora.

Antes del próximo 23 de febrero, hay dos salidas más programadas para los seis tripulantes. Este día 23 la nave será lanzada de nuevo a la órbita y se acoplará a la nave nodriza al día siguiente, si no existe ningún imprevisto en el programa, según ha apuntado la agencia espacial. No será hasta el uno de marzo, cuando la tripulación abandone la órbita y ponga rumbo a la Tierra, donde llegará a principios de noviembre.