Es frecuente que se hable del abandono de ancianos en los hospitales, sin embargo, en Canarias son muy pocos los casos de este tipo que se registran, por no decir que prácticamente no se producen. Lo que sí existe son ancianos o personas sin recursos económicos que necesitan cuidados sanitarios y que, ante la imposibilidad de encontrar una plaza disponible en algún centro público, son atendidos en los grandes hospitales.

Aunque se desconocen cuántos ancianos pueden encontrarse actualmente en esta situación todos los agentes sociales que trabajan en este sector confirman que "decenas" y que lo lógico es "que sean cada vez más".

"No hay abandono, sino problemas sociales que hay que resolver, porque normalmente los familiares dicen que no pueden atenderlos. Si se les informa sobre los recursos que están a su alcance, la cosa cambia y desde el propio hospital se hacen todos los trámites para que sean derivados a centros como Santa Rita o los que dispone el IASS o a la casa de acogida Madre del Redentor, incluso a veces se puede resolver a través de los servicios sociales municipales. El problema es que cuando no hay plazas permanecen aquí hasta que queda alguna libre y esto un hospital, no un recurso social", explica Bernarda González, trabajadora social del Hospital Universitario de Canarias (HUC) con más de 30 años de experiencia.

Desde el Colegio Oficial de Trabajadores Sociales la lectura que se hace es tajante. "Esta situación no es nueva y es poco probable que vaya a mejorar, porque cada vez hay más población mayor y los recursos sociales para atenderlos como residencias o centros para crónicos no crecen en la misma proporción", explica el ex vicepresidente y experto en esta materia, Ibrahim Navarro, para el que una de las claves está en "la deficiente aplicación de la Ley de Dependencia".

Pero, ¿por qué se busca una solución en los hospitales?

La trabajadora social del HUC considera que "porque falta información, porque en la grandísima mayoría de los casos se explican las opciones que tienen a su alcance y el problema se soluciona. Lo que sucede es que lleva un tiempo y, mientras tanto, son los hospitales los que atienden a esas personas. Así, tenemos pacientes esperando una plaza desde hace meses y tienen todos los trámites terminados para ser derivados".

La situación es muy similar en el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria (HUNSC), donde "para evitar las situaciones de abandono las trabajadoras sociales se coordinan con los ayuntamientos y orientan a las familias sobre residencias y la Ley de Dependencia".

"Es cierto que el Cabildo de Tenerife se ha esforzado y ha abierto nuevos centros en Santa Úrsula, Los Realejos, San Juan de La Rambla, Güímar, Fasnia.... pero el problema de estos centros es que no están pensados para las personas que necesitan una atención hospitalaria porque esa, la asistencia a los enfermos crónicos, le corresponde al Servicio Canario de Salud y, pese a que cada vez hay más demandantes, los centros casi no han crecido".

Ahora las esperanzas están puestas en la apertura de los hospitales de norte y del sur de Tenerife, puesto que contemplan atención sociosanitaria, pero los expertos coinciden en que será "un parche".

"Se aliviará la situación, pero en poco tiempo se volverá a colapsar porque no va a dar cabida a tanta demanda. Hay varias soluciones, pero una clara es que deben haber más recursos públicos, no obstante, también se debería aplicar correctamente la Ley de Dependencia, que recoge, entre otras cuestiones, que se lleven a cabo cuidado en el entorno", explica Ibrahim Navaro, además, indica que "esta situación está repercutiendo en una sobrecarga de los servicios sociales municipales, que se ven obligados a prestar el servicio de ayuda a domicilio a usuarios que tendrían que estar en un centro y que necesitan una atención cualificada".

En cualquier caso, unos y otros reconocen que todos los profesionales que trabajan con estos ancianos, tanto en los ayuntamientos como en los hospitales, se esfuerzan al máximo para cubrir las necesidades a las que los recursos especializados tardan un tiempo en dar soluciones.