Un informe de la Unidad de Prevención del Ayuntamiento de La Laguna certifica lo que, desde hace tiempo, censuran funcionarios y otros trabajadores ante la sonora protesta del ex agente de Policía que reclama una paga por jubilación que el gobierno cree que no le corresponde. La sirena y el sonido de ranas que, hasta hace dos días, ha llevado a la zona es entendido como un claro ejemplo de "disconfort acústico (...) que ocasiona fatiga mental, irritabilidad, dolores de cabeza y dificultad para concentrarse en tareas administrativas e intelectuales". Esto ha hecho que muchas ventanas del consistorio permanezcan cerradas. Hace dos días, dos policías le transmitieron el informe y ha seguido con la protesta, pero sin sonido.

Además, fuentes del caso aclararon ayer que este ex agente fue realmente el denunciado por la mujer que, según Javier Abreu (PSC), había sido enviada por el alcalde para agredirlo e insultarlo. La que se sintió insultada y amenazada fue la mujer, que nunca se reunió con el mandatario.