Manuel Alegre, candidato apoyado por el gobernante Partido Socialista luso (PS), repartió hoy en Lisboa centenas de rosas en su penúltimo acto electoral y confió en lograr un buen resultado en las elecciones presidenciales del domingo.

El poeta Alegre, también respaldado por el marxista Bloque de Izquierda (BI), la cuarta fuerza en el Parlamento, recorrió una de las zonas históricas de la capital lusa y descendió las empedradas calles del Chiado hasta la emblemática Plaza del Comercio.

Entre una lluvia de rosas rojas y banderas con su nombre, cientos de seguidores y decenas de periodistas se agolparon junto al aspirante a la jefatura de Estado, quien estuvo acompañado de una banda de música popular.

Al acto electoral callejero -conocido en portugués como "arruada"- asistió su colega de partido Antonio Costa, alcalde de Lisboa, y otros destacados dirigentes del PS y el BI.

Alegre saludó a los presentes y transmitió su confianza en forzar una segunda vuelta y de este modo contradecir las encuestas, que le otorgan cerca de un 20 por ciento de apoyo frente al 60 por ciento del actual presidente, el centro-derechista Aníbal Cavaco Silva.

Veterano diputado e integrante de los movimientos que lucharon contra la dictadura salazarista, el aspirante, de 74 años, se presenta por segunda vez a los comicios presidenciales, después de que en 2006 lo hiciese con una candidatura independiente, que obtuvo buenos resultados, pero que no le sirvió para batir a Cavaco.

A falta de tres días para los comicios, los seis candidatos a la Presidencia de Portugal ultiman su capacidad de movilización con varios actos callejeros que aspiran a captar al electorado aún indeciso.