Los centros de salud ya lo notan desde este fin de semana: cada vez son más los pacientes que acuden buscando asistencia médica como consecuencia de la gripe. Y es que la onda epidemiológica -esas cifras que miden el aumento o disminución de los casos en el Archipiélago- ha comenzando a elevarse de forma pronunciada en los últimos días.

"Todo indica que estamos cercanos al pico de mayor incidencia de la gripe", confirma el doctor Lucas González, epidemiólogo del área de Salud Pública del Gobierno de Canarias que confirma que actualmente la tasa se sitúa en 342 casos por cada 100.000 habitantes y que es posible que siga creciendo durante las dos próximas semanas.

"No es nada inquietante, puesto que es algo que sucede todos los años y que se conoce; de hecho, en la Península la situación es prácticamente la misma y no hay nada fuera de la normalidad", indica.

A su juicio, el virus de este año no preocupa especialmente por su virulencia "puesto que es muy parecido al del año pasado y las vacunas incluyen componentes para combatirlo".

En este punto recuerda la importancia de la vacunación, "sobre todo para aquellas personas denominadas de riesgo, que son las mayores de 65 años o las que padecen otro tipo de patologías y que pueden complicar la gripe".

No obstante, según los datos del gripómetro -un sitio web donde todas las comunidades autónomas actualizan los datos sobre vacunación semanalmente- se observa que en Canarias por el momento sólo se ha vacunado un 55,7% de la población mayor de 65 años.

"La gripe es una enfermedad que en la gran mayoría de los casos no causa grandes problemas, pero que en determinados situaciones, como en el caso de enfermos crónicos pulmonares, con diabetes o que ya padecen otra serie de dolencias, se convierte en una cuestión muy seria porque puede complicarse", explica el doctor en Medicina Familiar Francisco Vargas, que confirma que el pico expansivo ya ha comenzado.

"He tenido la oportunidad de comprobar que, en esta ocasión, la gripe viene de tal manera que la recuperación es más lenta, llegando incluso a necesitar dos semanas en vez de un par de días".

Dolor de cabeza, tos, malestar general y fiebre son sus principales síntomas, que no se deben confundir con el moqueo, dolor de garganta y congestión nasal propias del catarro. Y es que según los últimos datos de la Encuesta de Salud de Canarias, el 70% de los canarios se automedica durante los procesos gripales.

"Si se tiene algún síntoma y se toma algún analgésico o algún remedio que se pueda encontrar en la farmacia no es malo; el problema es cuando ese malestar dura más de 24 horas y no se acude al médico", indica el especialista, que insiste en que "la gripe no tiene cura, hay que pasarla, pero bajo supervisión médica porque puede tener complicaciones. Los fármacos lo que hacen es acortarla y controlar sus efectos, pero siempre se debe hacer bajo vigilancia facultativa".

En este sentido insistió en que "la automedicación es siempre un comportamiento de riesgo, sobre todo cuando se hace sin fundamento alguno y sin tener en cuenta sus efectos secundarios".