La ciudad de São José do Vale do Rio Preto, uno de los núcleos devastados por el temporal de lluvia que ha dejado más de 700 muertos en la región serrana de Río de Janeiro, intenta con dificultad volver a la normalidad y recuperar su actividad como polo agrícola de la región.

Según el Gobierno municipal, siete cadáveres fueron recuperados en la ciudad tras el temporal de lluvias, que la semana pasada causó el desbordamiento del río Preto, que da nombre a la localidad.

Ninguna de las víctimas mortales era oriunda del municipio por lo que, de acuerdo con la versión oficial, los cadáveres fueron probablemente arrastrados por las fuertes corrientes desde pueblos vecinos.

Más de 2.000 personas han perdido sus casas o han tenido que abandonarlas por riesgo a derrumbes en esta ciudad de poco más de 20.000 habitantes.

Además de las más de 250 casas total o parcialmente destruidas, 339 deben ser revisadas para determinar si sus propietarios pueden volver a ocuparlas.

La práctica totalidad de las viviendas construidas en los márgenes del cauce fluvial quedaron destruidas, así como varios puentes, obras de infraestructura e incluso la sede de la Alcaldía.

Las espectaculares imágenes que han dado la vuelta al mundo del rescate de una mujer que se lanza a la corriente atada de una cuerda cuando su casa está a punto de quedar anegada y finalmente logra salvar su vida con la ayuda de sus vecinos pertenecen a esta localidad, que, a pesar de la destrucción, lucha por reconquistar la normalidad.

Los habitantes de Sao Jose do Vale do Río Preto, calzados con botas de agua y buenas dosis de voluntad, intentan recuperar lo poco que queda en pie, mientras los comercios van abriendo tímidamente sus puertas.

En la plaza central de la ciudad se ha levantado una unidad de gestión de desastres y efectivos del Ejército y voluntarios descargan camiones de provisiones.

Los equipos de las compañías eléctricas trabajan por toda la ciudad para restablecer el suministro eléctrico, constató Efe.

Mientras, las radios locales hacen constantes llamamientos a la colaboración ciudadana, reclutamiento de voluntarios y peticiones de donaciones.

Las ambulancias, los vehículos policiales, militares y de la Defensa Civil continúan ocupando muchas vías del municipio.

La ciudad, el mayor productor hortofrutícola del estado de Río, se enfrenta ahora a la destrucción del 80% de la producción a causa del temporal, según los cálculos que maneja la secretaria de Planificación y Gestión municipal, Silvana Pires.

Otra de las actividades del municipio, la avicultura deberá superar la pérdida de unas 200.000 aves.

"Nuestro PIB caerá y mucho. Lo que no fue destruido por las inundaciones no puede salir del municipio. Las carreteras hacia las áreas de producción están destruidas", se lamentó la funcionaria.

El Gobierno central liberó 2 millones de reales (1,1 millones de dólares) para la reconstrucción de la ciudad, una de las siete enclavadas en la serranía fluminense que han sido declaradas en estado de calamidad por el gobernador de Río de Janeiro, Sérgio Cabral.

Desde la semana pasada, 727 personas han perdido la vida por las lluvias, inundaciones y deslizamientos de tierras en la región serrana, mientras los equipos de rescate continúan la búsqueda de al menos 207 desaparecidos, según datos de la Defensa Civil.