El juez ha obligado a la Generalitat a readmitir a un subsahariano que había sido expulsado de un centro de menores en virtud del resultado de las pruebas radiológicas a las que fue sometido, a pesar de que su pasaporte indicaba que era menor de edad.

Según el auto al que ha tenido acceso Efe, la Generalitat debe readmitir al subsahariano porque "cabe la posibilidad de un error en la valoración del examen radiológico", y el joven dispone de un pasaporte que le acredita como menor de edad.

Además, el resultado de las pruebas óseas no consta incorporado en los autos, y "debe imponerse la presunción de legalidad de la documentación" del joven, originario de Ghana.

En consecuencia, la magistrada del juzgado número 19 de primera instancia de Barcelona ha instado a la Generalitat a "acoger de inmediato" al menor en el centro del que fue expulsado "o en cualquier otro equivalente" hasta que dicte sentencia.

El abogado del subsahariano, Albert Parés, ha dicho que este auto cuestiona las pruebas óseas con las que actualmente la Fiscalía de Protección de Menores valida la minoría de edad de los jóvenes inmigrantes llegados a Cataluña.

Tanto los anteriores responsables de Acción Social como el actual conseller de Bienestar y Familia, Josep Lluís Cleries, han defendido reiteradamente que sea la fiscalía la que determine, mediante pruebas radiológicas, la edad de estos jóvenes.

Sin embargo, los expertos consultados por el abogado Albert Parés aseguran que estas pruebas óseas tienen un margen de error de dos años y perjudican especialmente a los jóvenes subsaharianos.