Uno de cada cinco niños en España es obeso, lo que supone uno de los índices mayores en Europa, en tanto que aproximadamente la tercera parte de la población infantil española tiene sobrepeso, según datos de un informe de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS).

La publicación, presentada hoy por el presidente de SESPAS, Andreu Segura i Benedicto, junto con los editores de la misma, Juan Oliva y Vicenta Escribà-Agüir, incide en que la salud debe impulsarse desde todas las políticas públicas, porque es un objetivo que debe abordarse de forma multisectorial.

Según los intervinientes, se prevé que en los próximos años, ganen importancia las políticas de salud pública no estrictamente sanitarias sino las vinculadas con otros ámbitos como el alimentario, el medioambiental, la vivienda, el transporte, los entornos laborales saludables, etc.

En este informe, con reflexiones de 56 expertos, en donde se analizan aspectos como el envejecimiento de la población, la pobreza, los problemas laborales, el medioambiente, etc, se advierte de la reducción del gasto en la salud pública respecto al total en la sanidad, al situarse en el 1,3 por ciento, frente al 2 por ciento de estudios anteriores.

Los autores lamentan el hecho de que los recursos clínicos se están concentrando excesivamente en políticas sanitarias poco efectivas, en su opinión, en lugar de dedicarse más esfuerzo a la prevención.

Los expertos advierten de que sigue aumentando la obesidad, el sobrepeso y el sedentarismo, unos factores estrechamente ligados a la enfermedad cardiovascular, al tiempo que lamentan que el énfasis sanitario recaiga casi por completo en el tratamiento de quienes ya padecen el problema y no en cómo evitarlo.

Sólo en prescripción farmacológica contra el colesterol se está gastando del orden del 17 por ciento del coste público en farmacia, lo que representa casi el 5 por ciento del gasto corriente dedicado a la Sanidad pública en españa, y paradójicamente, el cumplimiento de los tratamientos cardiovasculares es "muy mejorable", según el presidente de SESPAS.

Así, como media sólo el 40 por ciento lo sigue rigurosamente, por lo que "se está produciendo un despilfarro económico y organizativo", dado que son excesivamente elevadas las visitas al médico, mientras que persiste el sedentarismo de los enfermos.