La Guardia Civil y la Policía Nacional dieron ayer un nuevo golpe a la estructura de Ekin y Askatasuna, dos organizaciones del "aparato político" de ETA encargadas de imponer las tesis de la dirección de la banda al conjunto de la izquierda abertzale y al colectivo de presos etarras.

En total fueron detenidas diez personas, una en Álava y nueve en Navarra, entre ellas Iker Moreno Ibáñez, hijo del actual portavoz de la izquierda abertzale, Txelui Moreno, que fue arrestado por la Guardia Civil en su domicilio familiar de Pamplona. Con esta operación, dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, el Ministerio del Interior da por desmantelada la dirección de Ekin y de Askatasuna en la comunidad foral.

A los seis detenidos por la Guardia Civil se les acusa de integrar la cúpula navarra de Ekin, mientras que los cuatro arrestados por la Policía Nacional forman parte de la estructura del aparato de propaganda de Askatasuna, la organización de apoyo a los presos etarras.

Estos cuatro detenidos administraban varias publicaciones del entorno de Askatasuna, como Kronica Nafarroa o apurtu.org, en la que se habían vertido graves amenazas contra un periodista del diario La Razón. En la sede de Askatasuna en Pamplona se intervinieron discos duros y soportes de almacenamiento informático que están siendo analizados.

La Policía realizó otros siete registros domiciliarios, mientras que la Guardia Civil ha registrado las viviendas de los arrestados de Ekin y también las sedes de otras sociedades, como Berdintasuna en la localidad navarra de Huarte y Garratza en Zizur.

Para el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, la operación de ayer demuestra que el Gobierno sigue luchando contra ETA "con firmeza y determinación" a pesar del alto el fuego "permanente" decretado por la banda el pasado 10 de enero.

En rueda de prensa, Rubalcaba afirmó que Ekin es ilegal porque es una organización de ETA "que trata de imponer las tesis" de la banda al conjunto de la izquierda abertzale, mientras que Askatasuna "intenta presionar al Gobierno" en el ámbito de la política penitenciaria.

"Decididamente, no ha sido la mejor noche para el entorno de ETA", ironizó Rubalcaba, no obstante, dijo que las fechas en las que inician las operaciones contra ETA las fijan las autoridades judiciales y no el Gobierno.