El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, ha concedido la semilibertad al ex integrante del "comando Donosti" de ETA Luis María Lizarralde, "Beltza", tras haber mostrado arrepentimiento por el "daño" y "dolor" que ha causado, lo que le ha llevado a romper con la banda.

Por contra, en otra resolución, Castro deniega la propuesta de salida de doce días al preso etarra Ángel Carlos Figueroa, formulada por la Junta de Tratamiento de la cárcel de Nanclares de Oca (Álava), porque "no aparece de forma nítida en los escritos del interno una manifestación de arrepentimiento" y cree que lo hace "por imperativo legal o condicionado a obtener la libertad condicional".

Respecto a Lizarralde, Castro le permite, mediante la aplicación del artículo 100.2 del reglamento penitenciario, "salidas diarias" de la citada prisión alavesa en la que se encuentra interno "por el tiempo necesario" para asistir a un curso dentro del programa de atención especializada, aunque le niega "salidas de fin de semana".

Castro aprueba así la propuesta de la Junta de Tratamiento del centro penitenciario formulada ante las muestras de arrepentimiento de Lizarralde, plasmadas en dos cartas del 12 y del 21 de enero del pasado año en las que pide perdón a sus víctimas.

En esas misivas, el etarra asegura que hace meses que ha roto con la disciplina del colectivo de presos, por lo que ha prescindido de los abogados habituales de la banda y ha optado por nombrar a Iñigo Iruin para su defensa.

"Todo esto me está suponiendo un desgaste personal, algunos compañeros me hacen el vacío aquí como en mi pueblo", a donde Lizarralde ha podido desplazarse los días que ha disfrutado ya de permisos de salida, el último el pasado 5 de octubre cuando le concedieron 18 días de permiso.

Según Castro, "se trata de un penado que viene denotando una evolución positiva" desde que ingresó en prisión en 1994 y que "ha desembocado en una ruptura de sus lazos con la banda terrorista", por lo que considera que su "conducta y comportamiento están mostrando que esta desvinculación es real".

Lizarralde fue extraditado desde Uruguay en 1994 y desde entonces cumple condena por el asesinato del coronel mutilado Luis de la Parra Urbaneja (32 años de cárcel) y por un atentado en Guipúzcoa en el que murió un agente de la Guardia Civil y otro resultó herido (42 años).

Estaba previsto que quedara en libertad en noviembre de 2009, pero en aplicación de la llamada "doctrina Parot" no tendrá extinguida la condena hasta mayo de 2022.