El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, atraviesa uno de los peores momentos de su carrera política por sus supuestas relaciones con menores, a la que suma ahora duras críticas de sus antiguos aliados, Gianfranco Fini y Ferdinando Casini.

"Es legítimo preocuparse de lo que está sucediendo. Está en juego el buen nombre de los italianos en el mundo", dijo Fini en la Cámara de los Diputados.

Según Fini, "los italianos están desconcertados por la gravedad de las acusaciones de las que es objeto Berlusconi".

Casini, líder de la Unión de Democristianos de Centro (UDC), aseguró por su parte, que cree que "en este momento el país se encuentra en una gran dificultad, hay un descrédito internacional que está ante todos los ojos".

Agregó Casini que "la mejor forma, la más decorosa y más digna que tiene el jefe de Gobierno es la de responder ante los jueces. Si estas imputaciones son mentira se debe descubrir que son mentira, pero si no es así, está claro que lo que debe hacer se lo debe sugerir el sentido común, no se lo debemos decir nosotros".

Un grupo de mujeres del Partido Demócrata (PD) se manifestó con lemas como "dimisión", "payaso", "vergüenza" "viejo cerdo", "nuestra dignidad no está en venta", o "soy italiana y me avergüenzo de estar representada por un viejo cerdo".

La Fiscalía de Milán investiga a Berlusconi por un supuesto delito de incitación a la prostitución de menores y concusión por el llamado "caso Ruby", la joven marroquí que cuando era menor de edad acudió a las fiestas del político en su residencia de Arcore.

La Fiscalía había solicitado a la Junta para las Autorizaciones de la Cámara de los Diputados permiso para registrar la oficina del contable de Berlusconi, Giuseppe Spinelli, en busca de posibles documentos que confirmen esas relaciones, pero la decisión ha sido aplazada.

Los fiscales milaneses sospechan que en la oficina de Spinelli, pueden encontrarse pruebas sobre supuestos pagos a numerosas jóvenes para que asistieran a las fiestas privadas del mandatario.

La Junta tiene tiempo hasta el 14 de febrero para pronunciarse sobre la petición adelantada el lunes por la Fiscalía.

Ante las sórdidas revelaciones de índole sexual que llenan las páginas de los medios de comunicación, el Partido Demócrata (PD) tapizó esta mañana las calles de Roma con carteles en los que afirma que Berlusconi ha ofendido a los italianos y pidió su dimisión.

Una opción a la que no está dispuesto el mandatario, ni tampoco a a comparecer entre el 21 y el 23 de enero ante la Fiscalía milanesa por un supuesto delito de incitación a la prostitución de menores y por concusión.

El primer ministro rehusó comparecer ante la Fiscalía arguyendo que los fiscales milaneses no eran competentes en este caso.

El Tribunal Constitucional invalidó recientemente los puntos clave de la ley del legítimo impedimento, a la que Berlusconi se había acogido para no acudir a declarar en los juicios que tiene pendientes.

La defensa de Berlusconi considera infundadas las acusaciones planteadas, porque, en cualquier caso, la competencia territorial recaería en la Fiscalía de Monza, cerca de Milán.

Defienden que la residencia de Berlusconi donde supuestamente se cometió el delito de prostitución de menores es Arcore, que se encuentra en la provincia de Monza, por lo que el caso entraría en las competencias de la Fiscalía de Monza.