El proyecto de mejora y adecuación de la vía que enlaza la autopista del Sur con el cementerio del casco urbano de Güímar empieza a ser cuestionado. Aunque los trabajos ya dieron comienzo en el punto más próximo a la TF-1, en Puzol, desde Alternativa por Güímar (AxG) se manifiesta el rechazo que le hicieron llegar algunos vecinos "y la constatación de que no se resuelve el problema del trazado actual a pesar de la inversión de 6 millones de euros".

Francisco Hernández, portavoz de AxG, indica que "para llevar a cabo esta obra ha sido necesario alterar el Plan General de Ordenación porque el trazado que le han dado no se ajustaba a lo previsto en el PGO". Asimismo, y como aspecto fundamental, el concejal señala que "esos mil millones de las antiguas pesetas no servirán para eliminar las curvas peligrosas con que cuenta actualmente la carretera del Puertito", como se denomina popularmente esta vía.

En el análisis pormenorizado que hacen los vecinos y AxG se concluye que "esta inversión es importante pero no mejora la situación actual". El desplazamiento de algunas curvas llega, incluso, "a perjudicar a vecinos que no lo estaban con la idea original porque, por ejemplo, llega a modificarse el Plan General para mantener las curvas actuales evitando un trazado más lineal en consonancia con lo que existe y en aplicación de la lógica".

Otro dato a tener en cuenta es que "la peligrosidad se sigue manteniendo en el extremo de la recta de Cataño más próxima al casco, a pesar de que el propietario ofreció el suelo cercano a la carretera de forma que se podían haber eliminado dos curvas".

Francisco Hernández no se explica que la obra fuera adjudicada sin haber expropiado el suelo necesario, si bien considera que "pretender pagar 2,90 euros por metro cuadrado tampoco es de recibo", ya que se reservan 99.948,74 euros para costear las expropiaciones de 33.549,41 metros cuadrados.

El concejal de AxG también advirtió de que el proyecto contempla dos accesos para la zona de los áridos, "curiosamente cuando las canteras han sido cerradas".

La obra afecta a dos kilómetros de carretera que contarán con aceras de 2,50 metros de ancho a ambos lados, arcenes de 1,50 metros, dos carriles de 3,50 metros de ancho cada uno y un metro de berma para las canalizaciones.