Dos nuevas medicinas contra la hepatitis C saldrán al mercado estadounidense en 2011 con el objetivo de elevar el porcentaje de curaciones hasta un 75 por ciento, así como de reducir la duración del tratamiento.

La medicación disponible hasta el momento para esta enfermedad del hígado sólo es efectiva en el 40 por ciento de los pacientes que sufren la variedad más común del virus, y conlleva graves efectos secundarios.

Se espera que la Dirección de Alimentación y Medicamentos apruebe los nuevos fármacos el próximo verano, de manera que muchos pacientes a quienes han diagnosticado la enfermedad recientemente han decidido posponer la terapia hasta poder probar los nuevos tratamientos.

Según el Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC), la hepatitis C es la infección crónica transmitida por la sangre más común en los Estados Unidos, con 3,2 millones de enfermos.

Dos tercios de los pacientes con hepatitis C nacieron en el "boom" de natalidad de los años sesenta y tienen el virus desde hace años, puesto que esta enfermedad puede tardar dos o tres décadas en presentar síntomas.

Algunos especialistas ya comparan la aparición de estas dos nuevas medicinas contra la hepatitis C con la combinación de terapias para tratar el sida que vieron la luz a principios de los noventa.

Sin embargo, los expertos coinciden en que, además de los nuevos tratamientos, será necesario llamar la atención de los nacidos en el "boom" de los sesenta para que se hagan las pruebas de la hepatitis C, una enfermedad muchas veces "escondida" tras el erróneo concepto de que sólo las personas que se inyectan drogas por vía sanguínea tienen riesgo de contraerla.