Un nuevo test genético, pionero en España, permite a las personas fumadoras que se sometan a esta prueba conocer cuál es su nivel de riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón, con el objetivo de que se sientan empujadas a tomar la decisión definitiva de dejar este hábito.

En España fallecen cada año 20.000 personas a causa de esta enfermedad oncológica, que en el 90% de los casos es consecuencia del tabaquismo.

El Hospital Moncloa, en Madrid, junto con el laboratorio CGC Genetics, han presentado hoy en una rueda de prensa este análisis, que se oferta por primera vez en España, y que ya se aplica en otros países como Estados Unidos y Australia, donde la mitad de los pacientes que han recurrido a él han cortado con el tabaco.

La neumóloga Sagrario Mayoralas ha explicado que esta prueba, que cuesta 120 euros y cuyos resultados se obtienen en dos semanas, muestra el riesgo estratificado en función de las variantes genéticas encontradas en cada fumador.

Está indicado para adictos actuales y personas que han fumado en los últimos 10 años, y se realiza a partir de unas gotas de sangre obtenidas mediante una pequeña punción en la yema del dedo, que se pueden tomar sin que el paciente esté en ayunas.

El análisis revela el nivel de peligrosidad de sufrir cáncer de pulmón, que será moderado si el fumador presenta un riesgo similar al del resto de la población fumadora, es decir, 15 veces por encima de la población general.

El riesgo alto indica que el fumador presenta un tendencia 25 veces más alta que los no fumadores de padecer esta enfermedad y el riesgo muy alto estima un factor 40 veces más elevado que el de los no fumadores.

La genetista María Orera ha explicado que la probabilidad de desarrollar esta patología oncológica depende fundamentalmente de factores genéticos y ambientales.

Está demostrado que uno de cada 10 fumadores crónicos se enfrentará a lo largo de su vida a esta enfermedad, siendo el de pulmón uno de los tumores más agresivos, de forma que sólo el 20% de pacientes vive más de dos años después del tratamiento.

Orera ha recordado que en España el 42% de la población fuma actualmente y 1.000 personas mueren cada semana en este país por complicaciones relacionadas con el hábito de fumar, nueve veces más que los fallecidos en accidentes de tráfico.

La neumóloga ha señalado que además de los beneficios a corto, medio y largo plazo asociados a abandonar el consumo de cigarrillos, los fumadores con un riesgo más alto de cáncer de pulmón pueden optar por iniciar programas de deshabituación tabáquica y de detección precoz de esta dolencia oncológica.

Ha recordado, en este línea, cuáles son los beneficios de dejar de fumar a corto plazo: a los 20 minutos se normaliza la presión sanguínea; a las 8 horas se estabilizan los niveles de oxígeno y monóxido de carbono en sangre; a las 24 horas disminuye el riesgo de ataque cardíaco; a las 48 horas se recupera el sentido del olfato y sabor y a las 72 horas mejora la capacidad respiratoria.

Entre los consecuencias positivas a medio/largo plazo ha señalado que a las 2-3 semanas mejora la capacidad de hacer ejercicio; desde el primer mes hasta los 9 meses disminuye la tos, la fatiga y la disnea, y durante el primer año desciende el riesgo de ataque cardíaco a la mitad.

A los 5 años se normaliza el riesgo de accidente cerebrovascular y, a los 10, desciende el riesgo de cáncer de pulmón aproximándose a niveles poblacionales.