La actividad turística española creció el 1 % en 2010, frente a una caída de la economía del 0,2 % explicó hoy el presidente de la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), Sebastián Escarrer.

El máximo dirigente de Exceltur señaló, en una rueda de prensa, que aún así la actividad turística acumula un descenso de casi diez puntos desde 2007, lo que supone una pérdida de 8.000 millones de euros reales.

No obstante, según Escarrer, se trata de una buena noticia, ya que en 2009, el peor año de la historia del sector, el PIB turístico sufrió un recorte del 8,3 %, mucho más que el descenso del 3,7 % del conjunto de la economía española.

Asimismo, se espera un incremento del 1 % de la actividad turística en 2011, con lo que crecerá de nuevo por encima de la economía española, que se prevé que lo hará el 0,6 %, apuntó el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda.

Exceltur basa su pronóstico en el crecimiento de la demanda extranjera y especialmente de la procedente de Alemania, Francia, los países nórdicos, Rusia y mercados de larga distancia, ya que no se pueden anticipar "alegrías" del mercado nacional y el británico en 2011, los dos principales para España.

La demanda nacional, muy contenida y condicionada por las ofertas de último minuto, ha visto solo la recuperación de los segmentos de demanda más altos que incrementan sus viajes, que no tanto su gasto, en 2010.

Entre 2011 y 2015, el escenario de crecimiento esperado es del 1,3 %, pero se podría elevar hasta el 3 %, gracias a una gran apuesta del país en favor del turismo, indicó Zoreda.

Por ello, Exceltur ha pedido un gran pacto de estado por el turismo para aspirar a triplicar la actual tasa de crecimiento en los próximos años, que pasa por el gradual reposicionamiento del sector, para poder elevar en promedio anual el gasto que revierte a España un 1,5 % y la estancia otro 1,5 %.

Aunque el turismo ha remontado en 2010, Zoreda hizo hincapié en que lo ha logrado a costa de sacrificar rentabilidad empresarial con bajadas de precios, además de una mayor afluencia, especialmente de turistas extranjeros, aunque su nivel está aún lejos de los niveles previos a la crisis.

En su opinión, la industria turística se ha mantenido técnicamente en "deflación", mientras en el resto de sectores de la economía española los precios ya han crecido de media un 1,7 %.

Los hoteles acumulan 25 meses consecutivos en tasas negativas, 17 meses los de los paquetes de las agencias de viajes y 18 los de los servicios de ocio y cultura, destacó.

Aún así, el gasto real del turismo extranjero creció por primera vez en 9 años (un 2,2 %), gracias al aumento de turistas de mercados de mayor gasto promedio como ruso, japonés y americano, y a la recuperación de los viajeros internacionales de negocio.

En cuanto a la evolución empresarial en 2010, ha sido desigual y los subsectores más dependientes del gasto en destino (alojamiento, hostelería y ocio) han experimentado nuevas caídas en sus ventas.

En caso de los bares y restaurantes, se ven afectados por la "atonía del gasto", reduciendo un 2,8 % sus ventas en España, por encima de la caída media producida en Europa.

Por el contrario, los principales ganadores de 2010 fueron, según Zoreda, los grandes grupos de agencias de viajes y destinos como Galicia (gracias a la celebración del año Xacobeo), Canarias, Madrid, Barcelona y las ciudades del País Vasco.

Las agencias de viajes, junto con las empresas de alquiler de coches, lograron mejorar su facturación un 10 %, gracias a un fuerte ajuste del mercado por la desaparición de compañías.

También las aerolíneas han mejorado sus resultados, por el descenso del precio medio del petróleo en euros en los tres primeros trimestres del año y a la mejoría del tráfico internacional.