La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, se mostró esperanzada en que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, tenga en cuenta el trabajo llevado a cabo en el contrato de venta de aviones caza Rafale al Ejército brasileño.

"Un enorme trabajo fue hecho con anterioridad. Espero que los frutos de estos esfuerzos sean tenidos en cuenta por la nueva presidenta", aseguró Lagarde a la radio "Europe 1".

La reacción de la ministra se produce después de que se filtrara que Rousseff tiene previsto comenzar de nuevo la carrera para otorgar el contrato de 36 cazas militares, valorado entre 4.000 y 7.000 millones de dólares.

Junto con el caza Rafale que fabrica el industrial francés Dassault, están en competición el F-18 del estadounidense Boeing y el Gripen del sueco Saab.

Lagarde señaló que Francia ha consentido ya importantes compromisos en lo que se refiere a la transferencia de tecnología a Brasil, punto evocado por la presidenta para volver a examinar el contrato.

El Rafale era el avión preferido por el anterior presidente de Brasil, Luis Inázio Lula da Silva, quien sin embargo prefirió dejar la decisión sobre el contrato a su sucesora.

Según fuentes gubernamentales brasileñas citadas por los medios, Rousseff decidió comenzar de cero el estudio de las ofertas.

Lagarde señaló que París "cruza los dedos" para obtener este importante contrato, que de concretarse será el primero de venta de estos cazas fuera de Francia.