Un total de 602 periodistas sido asesinados en el mundo desde enero de 2000, según la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), incluidos los dos casos registrados desde que comenzó el presente año, uno de ellos hoy en Túnez.

Se trata de un reportero de televisión muerto en Pakistán el pasado día 13 y del fotógrafo de EPA Lucas Dolega, fallecido hoy en un hospital de la capital tunecina tras ser herido por una bomba de gas lacrimógeno lanzada por la policía en una manifestación el pasado viernes, día en que abandonó el poder y huyó a Arabia Saudí el presidente de Túnez, Zine El Abidín Ben Alí.

Durante 2010, 57 periodistas perdieron la vida en el ejercicio de su trabajo, la cifra más baja desde 2004, cuando fueron asesinados 51, aunque es superior a la cifra anual del período comprendido entre 1996 y 2004.

La región donde más muertes se produjeron en 2010 fue Asia, donde murieron 20 periodistas, once de ellos en Pakistán y siete en Irak.

En el continente americano perdieron la vida 13, de los que siete eran de México, tres de Honduras, dos de Colombia y uno de Brasil.

México, de hecho, figura como el tercer país del mundo más violento para los informadores en el último decenio, tras Pakistán e Irak. La violencia ejercida sobre la prensa mexicana está directamente relacionada con el narcotráfico y sus repercusiones sobre la sociedad civil mexicana.

2007 resultó el peor de los últimos diez años para los profesionales de los medios de comunicación. Ese año murieron 86 periodistas, de los que 47 cayeron mientras realizaban labores informativas en Irak.

El conflicto iraquí sigue siendo el más mortífero para la prensa desde la II Guerra Mundial. En Irak, de acuerdo con la misma fuente, han muerto 230 periodistas y colaboradores de prensa desde 2003.

Según Reporteros Sin Fronteras, 19 periodistas han perdido la vida en Rusia en la última década, de los que ocho fueron asesinados en 2010. La organización denuncia además que la mayoría de los crímenes siguen impunes, pese a la creación en 2006 de una Fiscalía Especial para Delitos contra la Prensa.

El asesinato más sonado en Rusia fue el de la periodista Anna Politkovskaya, en octubre de 2006, cuyos autores materiales siguen huidos y los demás imputados fueron absueltos en el juicio.

Durante 2009 se produjo la mayor matanza de periodistas llevada a cabo en una sola jornada. Tuvo lugar en Filipinas y costó la vida de 30 profesionales masacrados por una milicia privada a las órdenes de un gobernador, el 23 de noviembre en la isla de Mindanao.

En este balance mortal están incluidas las muertes de seis periodistas españoles. En 2000 murió el cámara de televisión Miguel Gil Moreno, que cubría el conflicto de Sierra Leona para la agencia estadounidense Associated Press (AP).

El conflicto de Afganistán acabó en 2001 con la vida del enviado especial del diario "El Mundo" Julio Fuentes.

La guerra de Irak costó la vida en 2003 al periodista Julio Anguita Parrado, que trabajaba para el diario "El Mundo", y la del cámara de Telecinco José Couso. El último español asesinado fue el corresponsal de Antena 3 Televisión Ricardo Ortega, tiroteado en Puerto Príncipe en marzo de 2004.