El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, admitió ayer en Algeciras (Cádiz), en el marco de una visita oficial, que "hay dificultades" para llegar a un acuerdo con los agentes sociales en la negociación que mantienen para la reforma de las pensiones.

Rubalcaba avanzó, en una visita oficial a Cádiz, que el segundo contacto entre Gobierno, sindicatos y patronal para avanzar en el diálogo social, después de siete meses de ruptura, se celebrará mañana el lunes. Ahora bien, reconoció que en la sesión de trabajo preliminar, que tuvo lugar el viernes pasado, quedó claro que aunque "hay voluntad de diálogo y acuerdo, las posiciones de partida son muy diferentes".

Mañana, nuevo contacto

En declaraciones a los periodistas, Rubalcaba subrayó acto seguido que paralelamente a esta negociación se ha abierto, por parte del Ejecutivo, "un proceso de diálogo con el resto de grupos parlamentarios", con el objeto no sólo de abordar la reforma de las pensiones sino otros asuntos, como "la política energética".

Por su parte, el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, también reconoció que será "muy, muy difícil" que Gobierno y sindicatos alcancen un "acuerdo global", aunque se hayan abierto más las expectativas al no limitar la negociación sólo a las pensiones.

"En la medida en que se ha puesto sobre la mesa una negociación que incluye los aspectos laborales, inclusive de negociación colectiva y de desarrollo de la reforma laboral, junto a las pensiones, hay más oportunidades de que unos y otros encontremos compensaciones", aseguró Jáuregui en un entrevista radiofónica.

Jáuregui dijo que el acuerdo se hacía prácticamente "imposible" si se limitaba la negociación al campo de las pensiones, puesto que las posiciones "estaban ya muy prefijadas. Tengo la impresión, por lo que sé de mis compañeros de Gobierno, que las cosas siguen siendo muy difíciles y que un acuerdo global es posible pero muy, muy difícil", apostilló.