Cerca de 2,5 millones de somalís podrían morir de hambre en Somalia en los próximos meses a causa de los daños originados a las cosechas por la grave sequía que afecta al convulso país africano, afirmó ayer su primer ministro, Mohamed Abdullahi Mohamed.

"Casi 2,5 millones de personas están al borde del hambre y si no recibimos un apoyo internacional inmediato, con toda seguridad afrontaremos una situación catastrófica en Somalia", dijo Mohamed a la salida de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.

El primer ministro señaló que la gravedad de la situación supera los recursos de las autoridades, por lo que pidió a los donantes internacionales ayuda inmediata para atender a la población amenazada por la hambruna.