El presidente de Túnez, Zine el Abidine Ben Alí, prometió ayer un "completo y profundo" cambio a nivel político y económico en el país en el que participen todos los actores de la sociedad civil y política, incluida la oposición. En un discurso retransmitido por la televisión estatal y en un nuevo intento de calmar las graves protestas que vive el país, el presidente se comprometió a crear "una comisión independiente que aclare todos los últimos acontecimientos".

"Esta violencia hay que pararla porque no es propia de nosotros, los hijos de Túnez", afirmó Ben Alí e insistió en que llevará a cabo "un profundo y completo cambio a nivel político y económico". Ben Alí dijo sentirse "apesadumbrado por la violencia" que vive el país y afirmó que "ya se ha decidido que hay que detener los disparos" en referencia al uso de fuego real contra los manifestantes por parte de las fuerzas del orden. "En los cambios tenemos que participar todos, los políticos, la sociedad civil y la oposición", dijo e instó que "los hijos de los tunecinos vuelvan a la normalidad".