El jefe de guardia del operativo el día de la tragedia de Horta de Sant Joan (Tarragona), en el que cinco bomberos murieron, Carles Font (Delta 0), ha declarado este jueves en el Juzgado de Gandesa que él no era el único mando de la extinción, ya que ese día había otros "de igual rango o superior".

Según consta en su declaración, a la que ha tenido acceso Europa Press, Font --que está imputado por las muertes-- ha explicado que las órdenes a los efectivos del Grupo de Actuaciones Forestales (Graf) se transmiten a través de su propia estructura de mando, ya que tienen su propio responsable, y que él no podía tomar esa decisión.

En este sentido, ha defendido que no hay nada que hubiera podido hacer para evitar el atrapamiento mortal de los Graf ese 21 de julio de 2009.

Según Font, cualquier decisión que afecte a la seguridad de los Graf --como puede ser la evacuación o hacer una zona segura-- "no es nunca cuestionada si no se está en el lugar y se dispone de toda la información".

"Estamos hablando de la seguridad y la seguridad no tiene jerarquía. Cualquier persona con independencia de su función o rango, y que observe algún peligro, debe comunicarlo", ha asegurado.

Preguntado si en el momento en que tomó el relevo al hasta entonces jefe de guardia, Oriol Pellisa, cambió la estrategia de la extinción --algo que le criticaron algunos mandos-- ha asegurado que le dio continuidad y que solo la modificó al observar que el fuego salió del perímetro, sobre las 16 horas.

Ha asegurado que en todo momento estuvo localizable a través de emisora y teléfono móvil y siempre estuvo presente en el campo de maniobras, y ha apostillado que no es obligatorio estar todo el tiempo en el Centro de Mando Avanzado (CCA).

A preguntas de su letrado, ha argumentado que si le estaban buscando insistentemente desde el Punto de Tráfico y el CCA, no daban con él, y nadie se preocupó por si le estaba ocurriendo algo, la conclusión es que no le buscaron.

La comparecencia de Carles Font en el Juzgado de Gandesa ha transcurrido en medio de una gran expectación mediática y ha durado tan sólo una hora y media, cuando tenía señalados dos días de declaración para contestar a las preguntas de la juez, el fiscal, y las partes personadas --a quienes finalmente no ha respondido--.

Carles Font ha llegado y ha salido del juzgado flanqueado por una veintena de compañeros, entre ellos, el jefe de los Bomberos, Joan Rovira, y otros mandos del Cuerpo.

"CLIMA DE TERROR"

En declaraciones a los periodistas tras la declaración de Delta 0, su abogado, Javier Melero, ha opinado que ha sido un cabeza de turco porque hay un "clima de terror" en el Cuerpo de Bomberos que ha hecho que todos intentaran derivar su responsabilidad a quien formalmente era el jefe de guardia.

El abogado ha pedido el sobreseimiento de la causa contra su cliente porque no se le atribuye ninguna omisión que haya causado la muerte de los bomberos, y ha avanzado que espera plantear esta cuestión ante la Audiencia de Tarragona si el juzgado se la deniega.

Melero considera que las actuaciones de la instrucción son nulas porque la defensa no ha podido estar presente en todas las diligencias practicadas, y en todo caso pedirá que se vuelvan a realizar.

Para el abogado de una familia de los bomberos muertos, Pau Simarro, Carles Font intenta "diluir" su responsabilidad al señalar a otros mandos, y considera que esto puede implicar nuevas imputaciones entre los mandos operativos de los Bomberos, entre ellos el jefe de los Graf, Marc Castellnou, que fue muy crítico en su declaración en el juzgado contra la gestión de Delta 0.

Desde las acusaciones particulares sopesan pedir más imputaciones de los mandos operativos del día del accidente mortal y hasta llegar a la ex cúpula de la Conselleria de Interior, en este caso porque creen que trataron de coaccionar a testigos para que cambiaran su versión.