El líder del grupo Socialista en el Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha escrito al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, para pedirle la retirada de su polémica ley de prensa y facilitar así la Presidencia de turno de la Unión Europea que el país ocupa este semestre.

En una carta a la que ha tenido acceso Efe, Schulz advierte a Budapest de que la norma aprobada por el Parlamento nacional "se ha convertido en el centro de una controversia internacional" y en "una carga" para la Presidencia comunitaria.

"Por ello le pido que retire esta ley y tome algo más de tiempo para reflexionar sobre una ley de prensa que esté en consonancia con nuestras normas básicas europeas y nuestros valores comunes", señala el texto.

Según el líder socialista, con ello Hungría estaría dando "un paso" para permitir "el éxito" de su Presidencia.

Fuentes del grupo socialista en la Eurocámara, avanzaron hoy que la idea de la formación es esperar a que la Comisión Europea se pronuncie en las próximas semanas sobre si el texto incumple alguna directiva comunitaria antes de seguir adelante con cualquier posible iniciativa.

Desde el punto de vista político, el segundo grupo del hemiciclo considera que la ley "no es correcta" y ha expresado su preocupación por el deterioro de las libertades democráticas en algunos países de la Unión.

La próxima semana, la comisión de Libertades y Justicia del PE analizará el asunto en Estrasburgo (Francia), aunque no se espera ninguna decisión.

Por ahora, los servicios de la comisaria de la Agenda Digital, Neelie Kroes, se encargan de verificar posibles infracciones de la legislación comunitaria en la ley de prensa húngara, que despierta importantes dudas al Ejecutivo comunitario.

La nueva ley de medios establece, entre otras cosas, un consejo con amplios poderes, compuesto por miembros nombrados por el gobernante partido conservador Fidesz, cuya acción se teme que pueda limitar la libertad de prensa.

El regulador tiene la facultad de imponer multas de hasta 750.000 euros a los medios que atenten contra la moral pública, un concepto vago que deja mucha libertad a la interpretación y que para muchos puede servir de mordaza contra las opiniones críticas.

El asunto ha empañado el estreno de la Presidencia de turno de la UE que el país magiar ocupa a lo largo del primer semestre de este año.