Un ciudadano cubano afincado en Austria desde 2004 asegura que secunda una huelga de hambre desde el 6 de enero, en protesta por la prohibición del Gobierno de la isla para viajar a su país.

Fernando Delgado Durán, un informático de 35 años, explicó hoy en Viena que ha decidido tomar esta medida extrema "ante la desesperación y la ausencia de recursos legales en Cuba".

"Quiero volver a mi país para visitar a mi familia, pero no lo permiten desde hace ya cinco años", dijo en la habitación de una pensión cercana a la embajada de Cuba en Viena.

Delgado -residente en el estado federado de Vorarlberg, fronterizo con Suiza- está casado con una musicóloga austríaca, con la que intentó radicarse en Cuba en 2005.

"Pero las autoridades le negaron a mi esposa el permiso de residencia y, después de siete meses, le dieron 24 horas para salir del país. En el vuelo de Cuba a Alemania perdió el bebé que estaba esperando, a pesar de las advertencias de los médicos cubanos que la habían atendido" de que no viajara, relató el cubano.

Tras la repatriación de su mujer, Delgado decidió denunciar ante las autoridades cubanas al entonces director de la Oficina regional de Migraciones de la provincia de Las Tunas, Abel Marrero.

"El Departamento de Atención a la Ciudadanía nunca me respondió a la denuncia, pero desde entonces las autoridades se niegan a habilitar mi pasaporte", indicó el informático, quien afirmó que no es un activista político ni pertenece a la disidencia cubana.

Todos los ciudadanos cubanos que viven en el exterior necesitan un sello especial en sus pasaportes -la "habilitación"- para poder regresar a su país.

Este caso ha sido difundido por la disidente cubana Yoani Sánchez, que en las últimas 24 horas ha enviado varios mensajes de solidaridad con Delgado a través de red social Twitter.

La embajadora de Cuba en Austria, Norma Goicochea, aseguró hoy que su legación en Viena "está prestando atención" a la petición de Delgado, "incluso desde antes del inicio de la huelga de hambre".

La diplomática no quiso comentar las razones por las que las autoridades de su país niegan la solicitud de regreso de Delgado.

Pocos días antes de las pasadas Navidades fue la propia embajadora quien le comunicó la decisión más reciente de las autoridades cubanas de no "habilitar" su pasaporte.

"Esto me causó gran rabia. La huelga de hambre es mi última oportunidad para que me hagan caso. Si no hago esto, nunca me harán caso", manifestó el informático, que desde hace ocho días sólo toma agua mineral.