El Nobel de Economía de 2008, Paul Krugman, ha señalado que España, una economía "en auge" hasta hace pocos años, tiene ahora un desempleo del 20% y ha advertido de que el país se enfrenta a una perspectiva de años de "dolorosa y agotadora deflación".

En su columna en ''The New York Times'', Krugman recalca que hay algo "peculiarmente apropiado" en el hecho de que la actual crisis europea haya comenzado en Grecia, ya que sus problemas tienen todas las características de "una tragedia griega", en la que un hombre "de noble carácter" cae por el "fatal defecto de la arrogancia".

Así, recuerda que hace poco los europeos, "con considerable justificación", podían decir que la actual crisis económica estaba demostrando las ventajas de su modelo económico y social, ya que, pese a la severa caída de la economía en el inicio de la crisis, el coste humano parecía mucho menor en Europa que en Estados Unidos.

Sin embargo, ahora el Viejo Continente está en una profunda crisis dado que el logro del que está más orgulloso, la moneda única, se encuentra ahora en peligro. "Más que eso, parece cada vez más como una trampa", advierte.

En este sentido, el premio Nobel recuerda, además del caso de España, que Irlanda, aclamado como el "tigre celta" hasta hace no mucho tiempo, "ahora está luchando para evitar la quiebra".

Asimismo, Krugman señala que la tragedia de lo que denomina el "eurodesastre" es que en su momento se pensó que la creación del euro era el mejor momento de una "grande y noble empresa: el esfuerzo de muchas generaciones de traer la paz, la democracia y una prosperidad compartida a un continente azotado frecuentemente por las guerras".

En su opinión, los arquitectos del euro, "atrapados en su proyecto romántico", ignoraron entonces las "mundanas dificultades" que una moneda común previsiblemente se encontraría y obviaron las advertencias. El resultado, en su opinión, es "una tragedia" no sólo para Europa sino también para el mundo, ya que Europa tiene un papel "crucial".