COMO el afamado personaje de J.K. Rowling, la candidata de CC en Granadilla, Carmen Nieves Gaspar Rivero, decidió allá por el año 2007 jugar a aprendiz de brujo con los destinos del municipio de Granadilla de Abona, contando como cooperadores necesarios con dos fuerzas políticas, Alternativa y Partido Popular, que, habiendo aparecido como antitéticas en los comicios electorales, se convirtieron por arte de birlibirloque en indistinguibles socios de gobierno que siguen al dictado las directrices políticas de la dirigente coalicionera, hasta el punto de que Esteban González dice con la boca pequeña apoyar el puerto de Granadilla mientras con la mano derecha firma los cheques para la plataforma antipuerto.

Como el hechicero inexperto que juega con fuerzas que no puede controlar, Carmen Nieves Gaspar decidió torcer el desarrollo del municipio granadillero paralizando la ejecución de un Plan General que no le gustaba, suspendiendo los pagos a las empresas que habían realizado trabajos para el municipio y dictaminando el descarte de infraestructuras que se encontraban planeadas y a punto de ponerse en marcha, como el puerto deportivo de Los Abrigos, el puerto industrial de Granadilla o el circuito de alta velocidad, truncando las esperanzas de miles de granadilleros.

Miles de millones en inversiones públicas y privadas que hubieran supuesto miles de puestos de trabajo se han quedado en el tintero de los planificadores.

Además de otras geniales ideas que, a la palabra de abracadabra, vinieron a ponerse en práctica por la maga novicia, como paralizar las obras de la central de Unelco en las Navidades de 2008, mandando a cuatrocientas familias al paro, o un incremento de los recibos del IBI en 2007 que han supuesto en algunos casos un aumento de hasta el 200% en la cuota tributaria.

En materia tributaria no se detuvo ahí, sino que puso en marcha otra serie de medidas, en algunos casos de dudosa legalidad, como el embargo de cuentas bancarias de pensionistas, el giro de cuotas inexistentes o ya pagadas por vía ejecutiva y la realización indiscriminada de liquidaciones complementarias que han arrojado en el caso de algunos contribuyentes resultados absurdos.

Para colmo de males, todas estas disparatadas iniciativas se han puesto en práctica en un contexto de crisis económica mundial y nacional, generando en Granadilla la tormenta perfecta, que ha disparado la tasa de paro del 3,7 del año 2007 hasta casi el 30%, y ha llevado al cierre al 50% de los pequeños negocios del municipio. La tasa de paro y de destrucción de pequeño tejido empresarial más alta de la isla de Tenerife con diferencia.

Enderezar todos estos dislates va a costar mucho esfuerzo, dedicación y trabajo. No hay bálsamo de Fierabrás que valga, pero es obligación de todos los granadilleros que queremos a nuestro municipio y que lo hemos visto desarrollarse, pasando de un pueblo rural del Sur de Tenerife a una ciudad llena de posibilidades, rescatar el futuro y recuperar la ilusión en este 2011. Ese es mi compromiso y reto, y a nuestra Harry Potter local enviarla de vuelta al colegio Hogwarts a que perfeccione sus "artes mágicas".