La compañía Space Adventures (SA), organizadora de los vuelos espaciales turísticos, anunció hoy un acuerdo para la reanudación en 2013 de los vueltos de los turistas a la plataforma orbital tras cuatro años de paréntesis.

"Estamos muy contentos de anunciar el acuerdo y querríamos agradecer a nuestros socios rusos por el incremento en la producción de naves Soyuz y por ofrecer sus servicios a Space Adventures", aseguró Eric Anderson, cofundador y presidente de SA, citado por la agencia Interfax.

SA, que ha realizado ocho vuelos con turistas espaciales desde 2001, alcanzó un acuerdo al respecto con la agencia espacial rusa Roscosmos y la corporación Energuia, que fabrica las naves Soyuz.

En virtud del acuerdo, a partir de 2013 a la Estado Espacial Internacional (EEI) podrán viajar tres turistas cada año, aunque todo dependerá de si los rusos fabrican anualmente cinco nuevas Soyuz.

Al respecto, el presidente de Energuia, Vitali Lopota, expresó hoy su satisfacción por la reanudación de los vuelos de los turistas espaciales.

La EEI abrió sus puertas a siete turistas espaciales: el estadounidenses Denis Tito (2001) fue el primero en viajar a la plataforma, seguido por el sudafricano Mark Shuttleworth, apodado el "afronauta" (2002) y el norteamericano Gregory Olsen (2005).

La estadounidense de origen iraní Anousha Ansari fue la primera mujer turista en viajar a la estación (2006), seguida del estadounidense de origen húngaro Charles Simonyi (2007) y de Richard Garriott, hijo del ex astronauta estadounidense Owen Garriott (2008).

Simonyi fue el único turista en repetir experiencia en marzo de 2009, mientras el fundador del "Cirque du Soleil", el canadiense Guy Laliberté, fue el último neófito en alojarse en la EEI, desde donde dirigió un espectáculo celebrado en los cinco continentes para alertar al mundo sobre el problema de la escasez del agua.

Rusia recurrió al turismo espacial a principios de la pasada década debido a la grave crisis de financiación que afectó a su programa especial tras la caída de la Unión Soviética, la primera potencia en enviar un hombre al espacio exterior en 1961.

Al principio, la decisión rusa de enviar turistas al espacio fue muy mal recibida por la NASA estadounidense, que consideraba que la presencia de neófitos en la plataforma distraería a los inquilinos permanentes de la EEI.

Hace dos años Rusia decidió suspender las visitas debido a la falta de espacio, ya que ahora la tripulación de la plataforma se ha duplicado hasta seis tripulantes, y a la decisión de EEUU de suspender los vuelos de sus transbordadores.

La decisión de ampliar la población de la estación se debió a los retrasos en la construcción de la plataforma, proyecto iniciado en 2000 y en el que participan dieciséis países.