La pretensión de crear un campo de tiro de ámbito insular en las instalaciones que ocupaba Burro Safari, emplazadas en la zona de La Hoya del Toscal, es objeto de crítica por parte de la oposición, que señala al gobierno municipal como responsable de endeudar al ayuntamiento por haber solicitado un préstamo de 646.080,01 euros para adquirir el suelo sin que le haya dado uso al mismo hasta el momento.

Olivia Delgado Oval, responsable local del PSC y candidata a la Alcaldía, recuerda que fue en 2003 cuando el gobierno que preside el nacionalista Eladio Morales aprobó la firma de dicho crédito con la oposición de los socialistas. El argumento era "comprar la finca e inmueble con el fin de rehabilitarlo para zona agrocomercial y poner en explotación el restaurante que tiene el mencionado inmueble". El rechazo del PSOE se debió a que "se consideró que ese no era el lugar idóneo para ubicar el mercado del agricultor, pues los terrenos anexos a la Quesería reunían mejores condiciones y menor coste económico para las arcas municipales".

Sin embargo, transcurrida una década la zona sigue sin ser utilizada. De hecho, han pasado 10 meses desde que se hiciera pública la intención de ubicar en ese lugar un campo de tiro de ámbito insular, motivo por el que la zona fue visitada por el consejero de Deportes del Cabildo, Dámaso Arteaga, el 4 de marzo pasado.

Delgado Oval tiene claro que "no existe un estudio de rentabilidad social y económica de esta instalación insular. Esto muestra claramente que el grupo de gobierno no está defendiendo los intereses de los ciudadanos de Arico, sino unos intereses que el grupo socialista desconoce pero que, desde luego, no son del interés general".

Desde la Alcaldía se limitan a indicar que este es un asunto que excede de sus competencias, mientras que la oposición municipal incide en que las 21,4 hectáreas que ocupaban las instalaciones del complejo de titularidad privada mencionado, emplazadas en las cercanías de la montaña La Centinela, se han convertido en un problema grave para el consistorio como consecuencia del crédito solicitado para su compra. Préstamo que fue pedido "con el agravante de que en ese momento el alcalde era trabajador en excedencia de la entidad bancaria" a la que Olivia Delgado considera única beneficiaria de la operación.