La Consejería de Obras Públicas, Ordenación del Territorio, Vivienda y Urbanismo del Gobierno de Cantabria deberá indemnizar con un total de 2.064 euros por los daños sufridos por un vehículo cuando un ciervo irrumpió súbitamente en la calzada.

Los hechos sucedieron en la carretera autonómica entre Espinilla y Cabezón de la Sal, en concreto, en el Puerto de Palombera, donde, a la altura del kilómetro 19, apareció un ciervo que provocó daños al vehículo del denunciante.

La sentencia considera que el accidente no fue culpa del conductor, que respetó las normas de circulación, así como que se debiera a que estaba cazando, motivos que harían recaer la responsabilidad en el propio denunciante.

En cambio, señala que la Administración tiene la obligación de adoptar medidas para impedir o reducir el riesgo de que los animales invadan la vía, como por ejemplo, la instalación de elementos que obstaculicen su acceso a la calzada.

Además, precisa que la existencia de una señala de tráfico alertando de que la zona era de paso de animales en libertad no excluye a la Administración de la adopción de medidas de seguridad.