El rey de los belgas, Alberto II, tiene previsto comunicar hoy su decisión sobre si acepta la dimisión presentada por el mediador encargado de acercar posiciones entre los partidos de cara a formar un nuevo gobierno, 212 días después de las últimas elecciones.

Alberto II se reunirá esta tarde (16.00 GMT) con el enésimo mediador que ha nombrado desde el inicio de la crisis, el senador socialista Johan Vande Lanotte, quien la semana pasada decidió tirar la toalla al no conseguir que su hoja de ruta fuera aceptada por los partidos para reformar el Estado y formar un nuevo gobierno.

El retraso de la decisión del monarca se ha debido a la mala salud de la madre del mediador, que falleció esta madrugada, según informa la agencia Belga.

El diario francófono "Le Soir" apunta hoy a que Vande Lanotte podría prolongar su misión introduciendo algunos cambios en su propuesta, según las peticiones de los partidos que participan en la negociación.

En el texto presentado a las partes, el mediador proponía instrumentos económicos para contentar a la próspera Flandes, otorgando un 26% del tipo del IRPF a las regiones, tal y como exigían los flamencos.

También preveía la supresión del Senado, la escisión del distrito electoral de la periferia de Bruselas y un nuevo reparto de competencias para las regiones (Flandes, Valonia y Bruselas Capital).

Los principales rechazos a la propuesta llegaron de la alianza flamenca nacionalista de la N-VA y los democristianos del norte de la CD&V, quienes exigieron incorporar sus reservas al texto antes de sentarse a negociar con el resto de formaciones.

En cambio, el principal partido en la Bélgica francófona, la formación socialista PS, consideraba que el texto era una "buena base" para empezar a discutir la reforma del Estado.

Mientras continúan las negociaciones, los más de 200 días sin gobierno federal pasan factura y la imagen de la economía belga se deteriora.

Ayer, el diferencial de la deuda a diez años entre Bélgica y Alemania sobrepasaba los 140 puntos base, un 1,4%, es decir, el récord desde la instauración del euro.

Ante esta situación, el Rey solicitó ayer al gobierno en funciones del democristiano flamenco Yves Leterme que trabaje en un presupuesto con un recorte del déficit aún más ambicioso que el prometido a la Comisión Europea (del 4,1 por ciento del PIB).