El primer ministro de Portugal, José Sócrates, ha reiterado que su país no necesita un rescate "simplemente porque no es necesario" y ha asegurado que "cuenta con medios para resolver sus problemas". Asimismo, ha anunciado que el déficit presupuestario luso en 2010 se situará "claramente" por debajo del objetivo previsto del 7,3% del PIB, después de que en 2009 se registrara un saldo negativo del 9,3%. Respecto a las previsiones de crecimiento del PIB del país para 2011, el Banco de Portugal las ha rebajado drásticamente como consecuencia del plan de ajuste puesto den marcha para hacer frente a los problemas de deuda y prevé una contracción de la economía del 1,3%, frente al estancamiento estimado en las anteriores proyecciones de la institución.

Así, Sócrates ha reconocido que los rumores acerca de las presiones recibidas por parte de algunos de sus socios europeos para que Portugal acepte un rescate no contribuyen a devolver la confianza en los mercados. Por esta razón, el primer ministro luso ha subrayado que Portugal no recurrirá a la ayuda exterior "simplemente porque no es necesario" y aseguró que el país "cuenta con medios para resolver sus problemas", por lo que no necesita un rescate.

En el mismo sentido se ha expresado el ministro de Economía luso, Fernando Teixera dos Santos, quien ha afirmado que no considera necesario que su Gobierno solicite ayuda de sus socios europeos y del Fondo Monetario Internacional (FMI). Así, ha afirmado que no ve "de ninguna manera" una solicitud de ayuda exterior por parte de Portugal. Además, sobre el Gobierno de Sócrates, Teixera dos Santos ha dicho que está "haciendo su trabajo" al mismo tiempo que ha cuestionado que en Europa se esté haciendo lo propio para garantizar la estabilidad del euro.

También la canciller alemana, Angela Merkel, ha defendido que el Gobierno de Portugal ha adoptado "medidas muy importantes" para hacer frente a los problemas de deuda a los que se enfrente, y que han despertado la incertidumbre en los mercados ante un posible rescate de la economía lusa, aunque ha recordado que lleva tiempo implementarlas. Además, ha añadido que Portugal mantendrá informados al FMI, el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea en caso de que estas reformas no sean suficientes.

LA ECONOMÍA ESTARÁ MARCADA POR EL "AJUSTE DE LOS DESEQUILIBRIOS"

Precisamente, el Banco de Portugal ha anunciado este martes sus previsiones de crecimiento del PIB del país para 2011. Éstaas han empeorado drásticamente como consecuencia del plan de ajuste puesto en marcha por el Ejecutivo luso para hacer frente a sus problemas de deuda y prevé ahora una contracción de la economía del 1,3%, frente al estancamiento estimado en las anteriores proyecciones de la institución. En su Boletín Económico de invierno, también ha mejorado en una décima su previsión de crecimiento de la economía lusa para 2010, desde el 1,2% al 1,3%.

Asimismo, sitúa el crecimiento del PIB estimado para 2012 en el 0,6%, "un crecimiento limitado". La institución lusa destaca que la evolución de la economía portuguesa estará marcada por un mayor proceso de ajuste de los desequilibrios macroeconómicos "acumulados a lo largo de más de una década". En concreto, explica que las actuales proyecciones se caracterizan por una "ligera disminución" de las necesidades de financiación de las familias y empresas.

El Banco de Portugal señala que esta proyección asume que el uso de los recursos de financiación del Eurosistema seguirá siendo "significativo" mientras persistan las dificultades de acceso de los bancos portugueses a los mercados de financiación. También apunta que la evolución económica a escala global y, en particular, la recuperación sostenida de los flujos de comercio internacional serán "determinantes" para la recuperación de la actividad económica del país.

Sin embargo, añade que es "crucial" que las empresas lusas orienten su producción a productos y mercados con mayor potencial de crecimiento para limitar el impacto del ajuste. La nueva previsión del banco centra luso es similar a la del FMI, que prevé una contracción del PIB del 1,4%, pero es más pesimista que la de la Comisión Europea (-1%), la de la OCDE (-0,2%) y la del Gobierno luso, que espera un incremento del PIB del 0,2% en 2011.