Uno de los tres ejecutivos de Renault acusado de vender secretos industriales del coche eléctrico desarrollado por la marca francesa negó hoy toda implicación en el caso tras haber comparecido ante la dirección del fabricante.

"Renault me acusa de hechos muy graves que niego totalmente", afirmó ante los periodistas Michel Balthazard, miembro del comité de dirección del grupo.

Junto a los otros dos acusados, Balthazard compareció ante la dirección en la sede de la empresa a las afueras de París, donde le notificaron los hechos que se le reprochan con vistas a su eventual despido.

Al término de la entrevista, el ejecutivo aseguró que se plantea demostrar que no está implicado y que su integridad no puede ser cuestionada, al tiempo que mostró su disposición a colaborar con las investigaciones que se abran.

"Me considero víctima de un caso que me supera", aseguró el ejecutivo, que recordó que ha pasado 30 años en la marca del rombo, cuya ética dijo haber respetado siempre.

Junto a otros dos trabajadores de la empresa, Balthazard está acusado de haber vendido secretos del vehículo eléctrico de Renault a empresas chinas, según algunos medios.

El responsable de vehículos eléctricos de la empresa del rombo, Thibault de Montbrial, otro de los acusados de espionaje, también negó el pasado lunes los cargos por boca de su abogado.

El tercer acusado, el responsable de anteproyectos, Bertrand Rochette, también compareció hoy ante la dirección.

Según revela el diario "Le Figaro", la supuesta red de espionaje utilizó una cuenta bancaria en Suiza y otra en Liechtenstein, con 500.000 y 130.000 euros, respectivamente.

El dinero, de acuerdo con el rotativo, procedía de la China Power Grid Corporation, un gigante de la distribución eléctrica con base en Pekín.

El conflicto cobró tintes diplomáticos después de que el portavoz del Gobierno chino negara esas acusaciones "sin fundamento, irresponsables e inaceptables".

Su homólogo del Ejecutivo galo, François Baroin, trató de calmar la situación y aseguró que no se han vertido acusaciones oficiales contra Pekín.