La cuarta reunión entre Gobierno y sindicatos para buscar un acuerdo en la reforma de las pensiones concluyó ayer tras menos de dos horas y con el compromiso de volver a sentarse en "unos días", después des analizar por separado el impacto económico de las medidas propuestas por el Ejecutivo.

Fuentes de UGT facilitaron esta información al término del encuentro, al que asistieron los secretarios generales de este sindicato, Cándido Méndez, y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, así como el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, y los vicepresidentes Alfredo Pérez Rubalcaba y Elena Salgado, que señaló que ve posibilidades de llegar a un acuerdo con los sindicatos, pese a admitir que es un tema "complicado".

El propio presidente del Consejo Económico y Social (CES), Marcos Peña, aseguró que un acuerdo entre Gobierno y sindicatos sobre la reforma de las pensiones "no es fácil", antes de su encuentro en Madrid con el presidente del Comité Económico y Social Europeo, Staffan Nilsson, para abordar las reformas económicas que están llevando a cabo los países europeos con el fin de salir de la crisis.

En este sentido, el titular del CES consideró que la reforma española de las pensiones es "ajena" a la situación de crisis y debe realizarse con "naturalidad" y "menor dramatismo".

Indicó que España "está mejor" que otros países europeos en su sistema de seguridad social, ya que gasta en pensiones el 8,9% del PIB frente al 12,4% de media que destinan los países de la Unión.

Para Peña, una reforma "no debe asustar" a los ciudadanos, aunque precisó que ésta debe ser "integral" porque "las pensiones no son pieza separada del mercado de trabajo".

"Lo que debe haber es más gente que trabaje, que trabaje mejor, que tenga mejores empleos y cotice más para generar buenas pensiones", aseveró, tras añadir que el Gobierno debería pensar en mejorar la situación de mujeres y jóvenes en el mercado laboral.

Al respecto, consideró que una política de pensiones "no puede ser ajena a una política de familia".

Sobre una posible convocatoria de huelga general, precisó que generaría una situación "más incómoda, pero tampoco una alarma que lleve al desgarro".

Entre tanto, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, aseguró ayer que los sindicatos emplearán "todo el tiempo que se requiera" en la negociación de la reforma de las pensiones, a pesar de que en la reunión de ayer, según reconoció, no hubo avances y las posiciones están "aún alejadas". En declaraciones previas a la reunión del Consejo Confederal del sindicato, Ferrer aseguró que tanto para UGT como para CCOO la reforma del sistema de pensiones es un proceso "vital y de suma importancia para la ciudadanía", además de un "instrumento central de la cohesión social".

Por ello, consideró "primordial que el proceso de reforma garantice la sostenibilidad del sistema".

En este sentido, dijo que los sindicatos seguirán negociando por la importancia de la reforma para la sociedad. Ferrer dijo que en estos momentos se están estudiando las posibilidades y márgenes que hay para negociar, teniendo en cuenta que los sindicatos rechazan ampliar la edad de jubilación a los 67 años y que el Gobierno persiste en este punto, así como en elevar el cómputo para el cálculo de las pensiones.

También adelantó que en la reunión de ayer estaba previsto abordar la reforma de la negociación colectiva y que el sindicato se pondrá en contacto con la CEOE "mañana, mejor que pasado".

El Consejo Confederal de CCOO está previsto que se reúna hoy, pero el sondicato avanzó ayer que seguirá negociando con el Gobierno sobre la reforma de las pensiones porque ve que por parte del Ejecutivo hay voluntad de flexibilizar su postura.