El presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, ordenó hoy a las autoridades provinciales del país actuar con más firmeza contra las empresas mineras y las plantaciones que destruyen las zonas boscosas, informaron los medios nacionales.

Yudhoyono añadió que revisará personalmente que sus instrucciones se cumplen, después de que su Administración haya estado bajo la presión de los ecologistas por implementar una moratoria de dos años a la explotación de bosques naturales, que comenzó el pasado 1 de enero.

Indonesia está entre los tres países que mayor cantidad de gases causantes del efecto invernadero emiten debido, principalmente, a una deforestación incontrolada fruto de la actividad ilegal de la industria minera, de papel y de aceite de palma.

La tala y quema de selvas para poder dar paso a nuevas plantaciones, en especial de palma aceitera, es la primera causa de emisiones de gases que causan el efecto invernadero en el mayor archipiélago del mundo y supone casi el 80 por ciento del total.

Noruega e Indonesia firmaron el pasado mayo un acuerdo, con valor de 1.000 millones de dólares, para ayudar a la nación asiática a luchar contra la deforestación.

Cerca de la mitad de los 180 millones de hectáreas que componen el territorio indonesio están cubiertos por bosques, pero su ritmo de destrucción en 2008 era de 1,08 millones de hectáreas al año, el equivalente a unos 123 campos de fútbol a la hora.

Indonesia, el tercer país por masa forestal y con el mayor ritmo de desforestación, es además el primer exportador mundial de aceite de palma con unos 7 millones de hectáreas dedicadas actualmente a este cultivo, que piensa expandir hasta 20 en una década.