El juicio contra el anticastrista Luis Posada Carriles comenzó hoy con la selección del jurado y proseguirá mañana, martes, con la presentación de los argumentos por parte de la Fiscalía Federal de Estados Unidos.

Antes del comienzo del juicio, un grupo castrista escenificó un proceso en el que se declaró a Posada Carriles culpable de homicidio y terrorismo por su supuesta participación en varios atentados en Cuba y de la voladura en 1976 de un avión en el que murieron 73 personas.

Los participantes en el simulacro de juicio criticaron que el Gobierno de Estados Unidos esté juzgando a Posada Carriles por cargos menores de perjurio y fraude y no por su supuesta responsabilidad en actos terroristas.

Previamente, hubo manifestaciones de grupos a favor del procesado, que consideran es víctima de una campaña de acoso y también de otros contrarios a Posada Carriles, quienes le increparon a las puertas de su hotel y le gritaron "asesino".

Posada Carriles, de 82 años, afronta 11 cargos por presunto fraude, obstrucción de procesos, perjurio y falsas declaraciones por presuntamente mentir a funcionarios estadounidenses durante los interrogatorios de petición de asilo político y de ciudadanía, después de haber entrado en el país como indocumentado en 2005.

Al presentar estos cargos, la fiscalía expondrá cómo Posada Carriles mintió al negar su supuesta vinculación a varios atentados cometidos en Cuba.

El juicio estará presidido por la jueza Kathleen Cardone, quien aceptó que la Fiscalía Federal presente los informes de las autoridades cubanas sobre las investigaciones de los ataques explosivos a instalaciones turísticas de Cuba en 1997 y 1998.

El proceso penal contra Posada Carriles comenzó en 2007 cuando fue acusado de perjurio al asegurar que entró a Estados Unidos por la frontera entre Matamoros (México) y Brownsville (Texas).

Los fiscales sostienen que tienen pruebas de que Posada Carriles entró a Estados Unidos como indocumentado vía marítima, a bordo de la embarcación "La Santrina" que lo recogió en Quintana Roo (México) y lo trasladó a Miami, con otros cubanos que le protegían.

En mayo de 2007, la jueza Cardone invalidó el proceso al argumentar que los fiscales habían actuado con alevosía, ya que cuando Posada Carriles fue interrogado por las autoridades migratorias sabían que no contaba con los requisitos para convertirse en ciudadano estadounidense.

Sin embargo, un Tribunal de Apelaciones revirtió el fallo de la juez y ordenó que el caso se abriera de nuevo.

En 2009, los fiscales agregaron nuevos cargos contra Posada Carriles, quien en los años sesenta trabajó como un agente de la CIA, al señalar que en su solicitud de petición de asilo político mintió al negar su presunta participación en los atentados en Cuba.

Los fiscales presentaron como prueba una entrevista de Posada Carriles con la periodista Ann Louise Bardach, del diario The New York Times, realizada en 1998, en la que el acusado reconocía su participación en el atentado en el que murió el turista italo-canadiense Fabio di Celmo.

Entre los testigos que presentará la fiscalía se encuentran la periodista Bardach, dos policías cubanos que investigaron los bombardeos a los hoteles de Cuba, y el médico forense que hizo la autopsia de Di Celmo.