Un granjero palestino de 65 años murió hoy por disparos del Ejército israelí al este de la ciudad de Beit Hanun, en el norte de Gaza, informaron fuentes médicas y testigos.

Shaban Qarmut, de Beit Hanún, se encontraba en su granja cuando los soldados israelíes apostados en la frontera entre Gaza e Israel abrieron fuego contra la zona y le alcanzaron.

Una ambulancia palestina llevó al anciano al hospital de la ciudad, pero ya era demasiado tarde cuando ingresó en la sala de emergencias, señalaron fuentes médicas del centro.

La Portavocía militar israelí dijo desconocer el incidente.

El Ejército de Israel ha impuesto una "zona tampón" de trescientos metros frente a la ultra-protegida valla que separa Gaza del Estado judío, y dispara contra quien penetre en ella para evitar los ataques de los milicianos.

Varios civiles palestinos han muerto o resultado heridos al penetrar en ella bien sin darse cuenta, bien para tratar de colarse en Israel en busca de trabajo o bien para recoger chatarra o guijarros que vender luego.

El incidente llega después de que cinco palestinos resultaran heridos en tres bombardeos aéreos contra varios blancos en Gaza.

Aviones F-16 israelíes atacaron a primera hora de la mañana un campo de entrenamiento del brazo armado del movimiento islamista Hamás cerca de la localidad de Jan Yunes, en el sur, y un puesto de seguridad en el noroeste de la franja.

Según el Ejército israelí, los bombardeos son "en respuesta al intenso disparo de cohetes de las últimas 72 horas".

"Desde el viernes por la noche han sido lanzados desde Gaza tres cohetes Qasam y cinco proyectiles de mortero", uno de los cuales hirió a tres trabajadores agrícolas tailandeses, señaló en un comunicado.

En las últimas semanas se ha producido una escalada de la violencia en la zona que hace temer una nueva ofensiva militar israelí como la "Plomo Fundido", en la que murieron hace dos años 1.400 palestinos (en su mayoría civiles) y 13 israelíes.

Los cohetes y morteros son disparados por grupos armados palestinos minoritarios, pero Israel considera a Hamás "único responsable" por controlar Gaza desde junio de 2007.

Un portavoz de Hamás, Aymán Taha, declaró ayer a los medios que el gobierno del primer ministro, Ismail Haniye, mantiene contactos con las demás facciones para que cesen sus ataques.

"No queremos darle ninguna excusa a Israel para que lance otra guerra contra la franja que agregaría más sufrimiento a nuestro pueblo", subrayó.