¿PINTAN bastos o es sólo una percepción subjetiva de la realidad? Las cartas están sobre la mesa y los ases en la manga de los tahures. Jugar con ventaja no siempre garantiza ganar la partida y, mucho menos, si los naipes están marcados. Los mercados parecen trocarse en auténticos casinos donde se apuesta fuerte para ganar, incluso a costa de hacer tambalear economías y sistemas financieros. Ocurrió con el crack de 1929 y distaba mucho de que se acuñara el término global, y ahora esta crisis que nos toca padecer nada tiene que ver con la alternancia entre la abundancia y la escasez, sino con algo mucho más serio, un replanteamiento del juego donde los espectadores y contribuyentes somos meros convidados de piedra. Tal vez, ni eso.